La Noticia:
Una mujer italiana que perdió el vuelo AF447, el cual desapareció cuando volaba de Río de Janeiro a París, no pudo continuar con su buena suerte y murió en un accidente automovilístico… Johanna Ganthaler, una jubilada del norte de Italia, había pasado unos días de vacaciones en Brasil junto con su esposo, Kurt, y ambos se disponían a regresar a Europa en el vuelo de Air France siniestrado… La pareja llegó tarde al aeropuerto de Río de Janeiro y perdieron el vuelo, evitando así ser parte de las víctimas de la caída del avión… Sin embargo, Ganthaler falleció días después del siniestro aéreo cuando su auto se estrelló contra un camión en una carretera de Kufstein, Austria. De acuerdo con la información, su esposo, quien también iba en el vehículo, resultó gravemente herido… Unas 228 personas, entre pasajeros y tripulación, viajaban en el avión de Air France, un Airbus A330-200, desaparecido en medio del océano Atlántico… (reforma.com)
Comentario:
¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién no ha comprado algún billete de lotería con la esperanza de hacerse rico repentinamente? ¿Se puede pedir a Dios ganar el premio mayor? ¿Es malo ir a los casinos pensando en ganar al Black Jack? ¿Existía el MeLate en épocas de Moisés, David o Pablo? Sé que esto no está en la Biblia, pero estoy tratando de imaginarme si el día que Goliat cayó abatido por David, también perdieron los que le apostaron al gigante, porque seguramente pagaron 20 a 1.
Ya en serio, la pregunta real no es si existe la suerte en la Biblia, ya que de hecho, la palabra suerte(s) aparece 98 veces en la Reina Valera 1960, sino más bien, ¿cómo se debe considerar a la suerte?
En el Antiguo Testamento era frecuente recurrir a la suerte para resolver algunos asuntos como la repartición de tierras, de turnos en el sacerdocio o simplemente para hallar al culpable de algún pecado. Se consideraba que el sorteo, realizado con unas piedritas, era guiado por Dios y por lo tanto los resultados eran inapelables. Así, por ejemplo, se enjuició a Acán (Josué 7:14), Jonatán (1 Samuel 14:41-42) y Jonás (Jonás 1:7). Al ver el resultado, cada uno confesó su falta, o sea que el sorteo señaló a los verdaderos culpables, lo cual es remarcable, ya que por ejemplo, Acán fue seleccionado de entre más de 500,000 mil personas. Se puede ver entonces que Dios aceptaba los sorteos como una forma de comunicación.
¿Se puede hoy en día tomar dos dados y decir: “Dios, si salen dos unos, voy a trabajar, si no, me quedo en casa a ver la TV”? ¿Si me toca el As de espadas, me caso, si no, sigo soltero?
Sería un error. La última vez que aparece la suerte en la Biblia es en el Libro de Hechos, cuando los apóstoles estaban tratando de reemplazar a Judas y sortearon entre dos candidatos, ganando Matías (Hechos 1:26). Sin embargo el resultado no fue el esperado, ya que Matías no tuvo relevancia en el apostolado y Dios mismo seleccionó después a Pablo. ¿Por qué ocurrió esto? La respuesta está en Hechos 2:4.
Lo que dice la Biblia:
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen (Hechos 2:4).
Después de Pentecostés, ya no se requiere de sorteos porque es el Espíritu Santo el canal de comunicación actual. Lo mismo que dos personas con celulares no van a utilizar la oficina de telégrafos, Dios no parece desear comunicarse más por medio de la suerte.
Así que si adquiere un boleto de una rifa, más vale estar consciente de las probabilidades para ganar (normalmente muy bajas o dejaría de ser negocio para los organizadores) o mejor invierta sabiamente su dinero. No espere que Dios respalde la manía de apostar.
3 comentarios:
hola otra ves, he dejado en otras ocasiones comentarios de las entradas publicadas, reitero mis felicitaciones por lo bien que son planteados los temas, la claridad con que se expone la vida que a cualquier ser humano le parece normal y como la vemos nosotros bajo la perspectiva de Dios... muchas bendiciones desde Chile, un lejano país...
hasta un próximo comentario!
Excelente publicación esta de aquí, sigue adelante, Dios te bendiga, esto me ayudará muchísimo, gracias!
Hago mío el comentario anterior de Anónimo, "excelente publicación, sigue adelante, Dios te bendiga, esto me ayudará muchísimo, gracias!"
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