La Noticia:
Aunque las autoridades de la provincia china de Xinjiang, donde se han registrado choques entre las etnias han y uigur, anunciaron que la situación estaba "bajo control", miles de personas invadieron las principales estaciones de autobuses y trenes de Urumqi para abandonar la ciudad… Unas 10 mil personas abandonaron la ciudad cada día de la semana desde que estalló la violencia que dejó 156 muertos, de acuerdo con el Gobierno chino… “Mucha gente se va porque tiene miedo…”, explica uno de ellos… Otra señal de que las cosas todavía no regresan a su cauce normal fue que las mezquitas permanecieron cerradas… “Regresen a orar a sus casas”, sugerían carteles pegados en las puertas de cinco mezquitas… “No podemos hacer nada (...) el Gobierno tiene miedo de que la población utilice la religión para apoyar a las tres fuerzas”, dice en alusión al extremismo, el separatismo y el terrorismo que, según China, amenazan la unidad del país… (reforma.com)
Comentario:
Estas dos etnias, han y uigur, han sido vecinas por años, no necesariamente que se hayan llevado de maravilla, pero quién no tiene un vecino con el cual no comparte sus ideas y no por eso se pelea uno.
(Editor: Ya lo dice la Biblia, trata a tu vecino tan bien como a tu editor.)
(Autor: Eso no está en la Biblia.)
(Editor. No en forma explícita.)
(Autor: Por favor dedícate a lo tuyo o va a haber pleito y voy a tener que cambiar el tema).
Ahora, por un desafortunado incidente, al parecer un pleito en una fábrica, se desató la frustración de una de las etnias y esto ha conducido a violencia, sangre y muerte.
Aunque esto pasa en Xinjiang, China, en realidad puede ocurrir en cualquier país con diferentes etnias, como por ejemplo México. De hecho, en el pasado reciente, encontramos casos como el de España donde se han dado episodios de discriminación contra latinos, el de Alemania donde existe discriminación contra inmigrantes turcos, Italia donde su discriminación es contra inmigrantes albanos, etc.
¿Es esto algo de nuestros tiempos? Al parecer no. La discriminación ocurría incluso en los tiempos de Jesús. En Juan 4:9 dice: “La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.”
Notamos que los judíos en ese entonces menospreciaban a los Samaritanos. La historia señala que a su vez los judíos fueron menospreciados, al punto casi del exterminio, en la Alemania nazi. Y de nueva cuenta son los judíos quien en la actualidad maltratan a los Palestinos.
No es, sin embargo, lo que Jesús tenía en mente. Él oró: “…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17:21)
El mundo señala diferencias y las enfatiza y resalta para crear animadversión entre grupos. Dios, en cambio, dice que somos diferentes, pero que conformamos un cuerpo, que somos complementarios y que todos tenemos cabida en dicho cuerpo. Romanos 12:4-5 señala: “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”
Además Jesús rechaza la violencia. Cuando iba a ser aprehendido, Pedro intentó defenderlo usando una espada y Él lo reprendió: “Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.” Esto ha sido una verdad a través de los tiempos, ya que es el sentimiento de venganza el que prevalece en el mundo promovido por la antigua Ley del Talión: “Ojo por ojo…”
Pero no es al mundo al que debemos hacer caso, sino a Jesús y Él hizo una declaración radical:
Lo que dice la Biblia:
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen (Mat 5:43-44)
El día que hagamos caso a las palabras de Jesús, ese día se acabará la violencia entre etnias. “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.” (Romanos 12:14)
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