¡Feliz Navidad!
No olvidemos que la verdadera razón de festejar la Navidad es el nacimiento del salvador de la humanidad. Al menos de esa parte de la humanidad que lo recuerda y lo invita a entrar a sus vidas. La salvación, recordemos, no es automática, si bien es gratuita.
Lo que dice la Biblia:
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra (Romanos 11:6)
Esto que parece confuso, en realidad simplifica la razón de ser de Jesucristo. Él nació para salvar a la gente por gracia, de forma gratuita, sin que nadie tuviera que hacer algo para lograrlo (obras). Si alguien tuviera que realizar algo, un ritual, dar dinero, trabajar por los pobres, etc., dejaría de ser un regalo la salvación, o en otras palabras, dejaría de ser gracia.
No nos compliquemos y simplemente aceptemos el regalo de Jesús. Y lo único que hay que hacer es decirle a él en forma personal: "¡Gracias Jesús! Te acepto como mi salvador."
(Editor: ¿No vas a mencionar que llegaste a las 100,000 visitas? ¡Me asombras!)
(Autor: En otra ocasión. Esta semana le pertenece a Jesús)
(Editor: Por una vez estoy de acuerdo contigo)
(Autor: De todos modos, gracias a todos los visitantes que lo hicieron posible)
(Editor: Ya arruinaste el momento)
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