La Noticia:
Terry Jones, líder de una pequeña iglesia cristiana en Florida, opuesta al Islam, dijo que canceló sus planes de quemar ejemplares del Corán en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001… Jones afirmó que desistió de su plan debido a que acordó con un imán que la mezquita que se construirá en la Zona Cero, en Nueva York, cambiará de lugar… La propuesta para quemar el texto musulmán más sagrado desató la indignación internacional… El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que la quema del Corán causaría disturbios en los países musulmanes y un ánimo de venganza contra Europa y Estados Unidos… En tanto, Interpol lanzó una alerta global advirtiendo de la posibilidad de atentados si se concretaba el plan de Jones… (reforma.com)
Comentario:
Algo pocas veces visto: un líder que conoce de Cristo llamando a un acto que la Biblia condena. O este señor Jones no consulta frecuentemente su manual, o tiene una intención oculta para llamar la atención, creyendo tal vez, que así se llenará su iglesia. No puedo juzgar sus motivos, pero lo cierto es que la Biblia llama a la paz y no a la violencia.
Ni siquiera se puede razonar que la otra parte inició la violencia o el juego sucio. Violencia no calma violencia.
La Biblia claramente indica que no nos corresponde la revancha: Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina (Deuteronomio 32:35).
La famosa Ley del Talión fue refutada por Jesús hace dos mil años: “Ustedes han oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente.' Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda. Ustedes han oído que se dijo: 'Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.' Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen…” (Mateo 5:38-44). Incluso esto lo debió reflexionar el presidente Bush quien buscó revancha inmediatamente después del ataque a las Torres Gemelas, invadiendo el país de Al Qaeda.
Al menos hay que reconocer que Jones tuvo el suficiente corazón sencillo como para aceptar el consejo de cancelar su proyecto de quemar Coranes. Puede ser debatible si lo hizo humildemente o bajo cierta coerción. De hecho, Obama le pidió públicamente no hacerlo y no estaría alejado imaginar que alguna autoridad, sin haber trascendido, hubiera hablado con él.
(¿Cómo hubiera procedido una hipotética conversación con el FBI?
-¿El Señor Jones?
-Servidor. ¿Con quién tengo el gusto?
-Mulder, FBI.
-¿Algún avistamiento reciente? ¿Ya fue al barrio de Tepito en el corazón de México? Dicen que están vendiendo partes de un OVNI desmantelado.
-No sea payaso. Estoy aquí para sugerirle que cancele su proyecto de hacer una fogata con libros del Corán, o…
-¿O qué? No me salga con amenazas. Soy cristiano y no temo a la muerte. Si muero voy al paraíso con Jesús. Nada me asusta…
-…publicamos estas fotos en Facebook.
-¿Cuáles fotos? ¡Ah! ¿Como bebé encuerado…? ¿Cuando tenía 6 años llorando porque se me cayó el helado…? ¿De hippie a los 18…? ¿Borracho en la universidad…? ¿Y esta con…? ¡No! No tiene caso quemar el Corán. Yo soy un ciudadano responsable.)
Lo cuestionable es que quizás el pastor dobló las manos por la presión del presidente de su país, más no por la presión de su jefe máximo, el Dios de la Biblia. Y no estoy diciendo que no se obedezca al presidente, estoy criticando el no haber hecho caso primero a Dios, con lo que no hubiera habido necesidad de distraer al presidente de sus actividades.
Lo que dice la Biblia:
No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré”, dice el Señor (Romanos 12:17-19).
En conclusión, es injustificable que un cristiano esté fomentando la venganza o los sentimientos revanchistas, aún como reacción a una acción condenable.
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. En efecto, “el que quiera amar la vida y pasar días felices, guarde su lengua del mal y sus labios de proferir engaños. Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. Porque el Señor mira con buenos ojos a los justos y sus oídos están atentos a sus oraciones, pero mira con indignación a los que hacen el mal.” (1Pedro 3:9-12).
Nuestro Dios es un Dios de paz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario