Secta Espera el Fin del Mundo en una Cueva

La Noticia
Miembros de una secta catastrofista rusa se encerraron tras barricadas en una cueva a esperar el fin del mundo en tanto que el líder de la secta está siendo examinado por psiquiatras… El líder de la secta está bajo custodia policíaca esperando ser procesado por cargos de haber creado una organización “cuya actividad está asociada con violencia a ciudadanos e instigación para que eviten cumplir con sus deberes civiles”… Cuatro niños están entre los 29 miembros de la secta agrupados en una cañada en la región rusa de Penza, donde aparentemente cavaron una cueva… Uno de los niños en la cueva tiene 18 meses de edad… Las temperaturas en la cueva están bajo los 12 grados centígrados… Los miembros de la secta han rechazado las propuestas de la policía de salir o de liberar a los niños y han amenazado con suicidarse si la policía intenta el uso de la fuerza… La secta, auto-llamada “La Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa” cree que el fin del mundo llegará en mayo del 2008… “Es obviamente un caso de locura,” dijo un oficial de alto rango de la Iglesia Ortodoxa Rusa, a la televisión rusa. “Es quizás incluso un caso médico. Un fenómeno muy peligroso está ocurriendo en la vida religiosa rusa.” Añadió, “Lo que estamos viendo en Penza es un ejemplo claro de lo que puede ocurrir a un país, a una sociedad, si dicha sociedad es despojada de una educación religiosa adecuada.” (cnn.com)

Comentario
Debo confesar que inmediatamente después de leer la noticia me ganó la risa, después cuando decidí adoptarla para el Blog y la volví a leer, me ganó la tristeza. Finalmente, al abrir la Biblia, recuperé la esperanza y volví a sonreír. Voy a tratar de explicarme, pero mi deseo es que no se quede usted ni en la etapa de la risa (no sería tan malo, pero perdería la profundidad del tema), ni mucho menos en la etapa de la tristeza, sino que me acompañe hasta la etapa de la esperanza.

Primera Etapa: Si bien son muchas las cosas que no comprendo de esta secta (por ejemplo cómo pudieron creer a su líder que conoce la fecha del fin del mundo) lo que más me asombra es porqué se encierran en una pequeña cueva. Si yo supiera que viene el fin del mundo, viajaría, visitaría parientes y amigos, aprendería de la vida eterna, buscaría que la gente me creyera y se salvara, etc.

Me parece estar escuchando los pensamientos de uno de los miembros de la secta: “¿Por qué mayo? Mi cumpleaños es en junio y me hubiera gustado llegar a los 33. Pero por otra parte ya no tengo que entregar ese reporte que me pedía mi jefe. Debí traerme una colchoneta y una almohada. ¿Y si encierran al líder? ¿Y si se equivocó y no se acaba el mundo? Mis amigos y compañeros de trabajo se van a reír de mí. Pero si de verdad es el fin del mundo, yo me voy a reír de ellos, bueno, hablando figurativamente, porque ellos van a estar abajo y yo… Espero que si haya sillas en el cielo y no haga tanto frío. Dicen que el paraíso es como Cancún, pero sin tarjetas de crédito. Deberían entregar a ese bebé a la policía, ya no aguanto su llanto por las noches, no que pueda dormir mucho de todos modos. Deberíamos expulsar a Iván e Igor, no sé cómo pueden sudar tanto con el frío que hace y menos cómo puede oler tan mal su sudor. ¿Sólo iremos al cielo los 29 que estamos aquí? Espero que no, porque ya no los aguanto y sólo llevamos 3 semanas…”

Al menos no tienen el síndrome del “Arca de Noé” y metieron en la cueva a una pareja de cada especie animal.

Segunda Etapa: Cuesta trabajo creer que existe gente crédula capaz de aceptar una profecía catastrofista, pero observando con cuidado, la mayoría de la gente cree en mayor o menor medida en algún seudo-profeta, menos radical quizás (y tal vez ni siquiera religioso), pero que los lleva a la perdición. ¿Quiénes son esos seudo-profetas? Astrólogos que predicen el futuro por la televisión, científicos que piensan que ciencia y Dios son incompatibles y vocean su opinión con la “autoridad” que les da un título de doctorado, sacerdotes que anteponen su devoción por la institución a la devoción por Dios, ministros y pastores protestantes que mezclan sus propias emociones con el mensaje de gracia, rabinos y guías islámicos que no han sabido descubrir las buenas nuevas de Jesús, etc.

Haciendo números, resulta ser la mayoría de la gente la que vive en el error. Y cuando uno se pone a meditar que resulta pedante decir que nosotros sí tenemos la verdad, ¿no nos estamos poniendo en el lugar de esos 29 encerrados en la cueva? Resulta un poco deprimente pensar que quizá sí estamos encerrados, si bien la cueva no es física.

Tercera Etapa: ¿Cómo salir entonces del encierro? Confiando en la Biblia. ¿Qué garantiza su certeza? Predicciones proféticas del pasado que se cumplieron, su promesa de vida eterna al lado de Jesús, su mensaje que aniquila la depresión y nos lleva a adoptar el amor como forma de vida y últimamente, porque si vivimos como sugiere, la vida que nos queda sobre esta tierra, poca o mucha, es definitivamente más completa y plena que la producida por cualquier otra filosofía o religión.

Lo que dice la Biblia:
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. (Mateo 24:35-36)

Así que no crea a nadie que le de una fecha del fin del mundo. Salga de su encierro con la frente en alto y sonría porque Jesús vino a este mundo a darnos vida y en plenitud.