La Noticia:
La periodista Sherry Jones escribió "La Perla de Medina" una novela acerca de Aisha, la joven esposa del profeta Mahoma. Para ello, Jones aprendió árabe, estudió textos académicos acerca de la vida de Aisha… Random House (la editorial que había comprado los derechos de la novela) abruptamente canceló su publicación… Random House temió que el libro se convirtiera en un nuevo “Versos Satánicos,” la novela de Salman Rushdie de 1988 que condujo a amenazas de muerte, disturbios y el asesinato del traductor japonés, entre otros horrores. En entrevista acerca de la novela de Sherry Jones, un directivo de Random House dijo que la empresa había recibido advertencias de que la publicación del libro no solo podría ser ofensiva para partes de la comunidad musulmana, sino que además podría incitar actos de violencia por un pequeño segmento radical… (online.wsj.com)
Comentario
Aparte de que puede desatar el debate acerca de la capacidad del Islam para censurar la publicación de un libro, puede resultar representativo que la editora evitara la posibilidad de hacer enojar a parte de la comunidad musulmana casi en la víspera del Ramadán.
Recordemos que en dicho mes (que en el 2008 corresponde aproximadamente del 2 de septiembre al primero de octubre) los musulmanes toman aún más en serio su religión. No pueden en el mes del Ramadán durante la luz solar ni comer, ni beber agua, ni tener unión conyugal y eso los vuelve sensitivos a cualquier provocación contra su profeta.
El ayuno está respaldado en la Biblia y de hecho Jesús ayunaba y oraba. Lo cuestionable en el Ramadán es que el ayuno y la oración no deberían convertirse en ritual, sino deberían realizarse como un ejercicio de comunicación personal con Dios. Cada quién en su momento, cada persona cuando sienta la necesidad de acercarse a Dios. Aún cuando se corra el riesgo de que si no se hace en forma obligada, no se haga, al volverse un mandato, se pierde básicamente el sentido de hacerlo.
Encontramos en varias partes de la Biblia orientación sobre el ayuno y la oración.
Nehemías habla de una oración continua y no a horas específicas del día:
Esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti, día y noche, por los hijos de Israel, tus siervos. Confieso los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. (Nehemías 1:6)
En Proverbios se observa que no toda oración es agradable a Dios:
Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para no escuchar la Ley.
(Proverbios 28:9)
Zacarías se enfoca en la sinceridad del ayuno:
“Di a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes: “Cuando ayunabais y llorabais en el quinto y en el séptimo mes durante estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?”” (Zacarías 7:5)
Durante el ayuno y la oración en el Ramadán podemos analizar dos posibilidades para los musulmanes: aquellos que oran de dientes fuera, como un ritual, y cuyo resultado es sólo una fachada de religiosidad, o bien aquellos que de verdad buscan a Dios. El resultado para estos últimos puede ser una revelación extraordinaria de Jesús al estilo de cuando se convirtió Pablo (Hechos 9), o encontrarse con un misionero cristiano que arriesgando su vida se encuentre por aquellas tierras.
Lo que dice la Biblia:
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: "¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" (Romanos 10:14-15)
Se necesita más gente deseosa de predicar el Evangelio en tierras musulmanas. El ayuno y la oración son poderosos, pero no perdamos de vista su objetivo central: una relación personal con Dios a través de Jesús.
1 comentario:
Es correcto ayunar ,con los propositos bien claros , sino es solo legalismo.
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