La Noticia:
La familia Vargas Escalera afirmó que su hija Silvia está con Dios y pidió a la sociedad rezar por ella y por todas las personas que viven el sufrimiento de un secuestro. "Hoy, sabemos que Silvia está con Dios. Les pedimos orar por ella y por todas aquellas personas que viven el mismo sufrimiento que nos embargó desde el 10 de septiembre del 2007", indicó la familia en un comunicado. También dan las gracias a la sociedad y a los medios de comunicación ya que "sin ustedes, no hubiéramos encontrado a Silvia". Solicitan además a los medios de comunicación su apoyo y comprensión para que respeten su duelo y privacidad, por lo que piden no difundir especulaciones o información detallada y confidencial que aumente su dolor. "Su familia y amigos, deseamos recordar a Silvia como la última vez que estuvo con nosotros", concluye el comunicado (reforma.com).
Comentario
Esta familia finalmente tuvo conocimiento de lo ocurrido a su hija y está aceptando lo ocurrido, pero pasó más de un año viviendo un infierno. ¿Podemos entender su miedo y su angustia? Difícilmente puede existir alguien que no les desee lo mejor para que puedan superar tan terrible situación.
¿Quién no ha padecido cierto miedo? Quizás el secuestro de un ser querido sea una situación extrema, pero además de secuestros existen las extorsiones, los robos de autos y a casas, asaltos con violencia y violaciones, solo por mencionar casos donde la delincuencia hace de las suyas, pero también se sufre de temor por salud, finanzas, pérdida de empleo, crisis económica, etc.
Normalmente el temor crea incertidumbre, esta crea incredulidad, la cual es falta de fe y esto nos lleva a alejarnos de Dios. El miedo es un sentimiento natural, pero debe haber una diferencia entre un miedo paralizante e irracional y confiar en Dios.
Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: "No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último” (Apocalipsis 1:17-18). En esta cita, Jesús le está hablando a Juan, pero bien puede aplicarse a cada uno de nosotros cuando tenemos miedo. De hecho notamos en la Biblia que Dios reconforta a sus hijos:
Lo hizo con Abraham en Génesis 15:1
Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: "No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa."
Y con Isaac en Génesis 26:24
Esa noche se le apareció el Señor, y le dijo: "Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, que yo estoy contigo. Por amor a mi siervo Abraham, te bendeciré y multiplicaré tu descendencia."
Nótese que aún Abraham, el llamado “Padre de la Fe”, tuvo temor en algún momento de su vida. Y lo mismo les ocurrió a Isaac y a Juan, por sólo nombrar a dos personajes más de la Biblia. Dios entiende que el miedo es parte de la naturaleza humana y reconforta a su gente recordándoles que está con ellos. Esa es la gran noticia, que podemos contar con Dios en nuestros momentos de angustia.
Desafortunadamente en este mundo continuará la gente muriendo y los delincuentes seguirán haciendo de las suyas, pero no porque Dios esté ausente, sino porque la maldad se ha acrecentado en la tierra.
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. (Isaias 41:10)
Quizás no seamos capaces de comprender el porqué la maldad aumenta, sin embargo, sabiendo que Dios nos ayuda, debemos ser valientes ante lo que ocurre a nuestro alrededor, así como Sadrac, Mesac y Abednego lo expresaron magistralmente:
Lo que dice la Biblia:
Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. Pero aún si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua. (Daniel 3:17-18).
Ellos sabían que existe un plan superior, quizás lejos de su entendimiento y cambiaron su temor por valentía. Es probablemente la actitud que Dios espera encontrar en cada uno de nosotros.
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