La Noticia:
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió elevar a nivel 5 la alerta por la influenza humana, advirtiendo que la pandemia es ahora “inminente”, indicó su directora general, Margaret Chan… “He decidido elevar el nivel de alerta de pandemia de influenza desde la fase 4 a la fase 5 (de un total de 6 niveles)”, declaró la doctora Chan… “Pedimos a todos tomar la decisión con seriedad, porque el virus tiene capacidad de expandirse en cualquier país del mundo”, agregó en conferencia de prensa en Ginebra… (reforma.com)
Comentario:
Permítanme ser un poco ligero para empezar. Prometo ponerme serio en el siguiente párrafo. Sin tratar de menospreciar la epidemia de este virus, no puedo ver aún al mundo como en la película Soy Leyenda de Will Smith, quizás porque esperaría que una peste apocalíptica tuviera más personalidad que una gripe o influenza. No estoy tratando de establecer jerarquías entre los virus (y ciertamente padecer una gripe es muy molesto, por decir lo menos), pero si la humanidad va a sucumbir en una epidemia, bien podría ser ésta un poco más holywoodesca. Morir con la nariz rosada…
Pongámonos serios. A pesar de que la epidemia es seria, o no la estarían elevando de nivel en la OMS, no debemos tenerle miedo. Que es diferente a no tomar precauciones y no seguir recomendaciones. Por supuesto que debemos obedecer a nuestras autoridades en cuanto a los lineamientos tomados. Lo que quiero decir es que no debemos temer al virus, o las enfermedades, o la guerra, o cualquier otra causa de muerte, sino que debemos temer a Dios. Si hacemos esto, tener temor de Dios, y actuamos en concordancia, enfrentaremos cualquier circunstancia o evento con paz y tranquilidad. Con la tranquilidad de tener asegurada la vida eterna (más duradera y valiosa que la terrenal).
Lo que dice la Biblia:
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. (Mat 24:3-7)
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Mat 24:36)
La clave, entonces, es no temer a las circunstancias sino temer a Dios. El hombre podrá generar una vacuna para este virus (en seis meses, dicen), pero la aparición de A H1N1 parece predecir la aparición de muchos otros, algunos quizás más mortíferos que otros. Menciono esto, no para infundir ese temor a las circunstancias que algunos líderes religiosos sin escrúpulos utilizan para atraer personas a sus congregaciones, sino para recalcar que estando a cuentas con Dios, nada que pueda venir nos puede alterar.
Y la buena noticia es que ponerse a cuentas con Dios es gratis: basta con arrepentirnos sinceramente de nuestros pecados y confesar a Jesús como Señor de nuestros corazones. Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. (Romanos 10:9)
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