La Noticia:
Kathryn Bigelow se convirtió el domingo [la víspera del Día Internacional de la Mujer] en la primera mujer en ganar un Oscar a Mejor Director por su trabajo al frente de The Hurt Locker, el filme sobre un equipo de soldados estadounidenses que desactivan bombas en Irak… Bigelow fue la cuarta mujer en ser nominada como mejor directora… Compitió en la categoría este año contra su ex esposo, el director de Avatar James Cameron… (Reuters)
Comentario:
Sin quitar mérito ni al premio, ni a la premiada, esta noticia nos hace preguntarnos
¿Es esta la definición de mujer exitosa a los ojos de Dios?
Supongo que hay que ser muy cuidadoso al escribir sobre el avance de la mujer en la sociedad, porque cada vez que se intenta dar una perspectiva bíblica, se reciben críticas inmediatas sobre intolerancia y sobre “machismo” religioso. Debemos aclarar antes que nada, que no es así. Bienvenida la mujer triunfadora en cualquier profesión, pero no podemos ocultar que primero debería ser triunfadora en su hogar (y es importante notar que esto aplica también al varón, pero hoy hablaremos de ellas).
Alguna vez leí esta declaración de una mujer que se consideraba muy sagaz: “Es cierto, mi esposo es la cabeza del hogar, pero yo soy el cuello (lo muevo a dondequiera)”. Esto habla de manipulación, de competencia, de luchar por el control en una relación. No es el plan de Dios. Su plan es una complementación. Es cierto que la responsabilidad del matrimonio descansa en el varón, pero para lograr el bienestar de su familia. Se trata de ser el servidor número uno, no el que da órdenes, el primero en postrarse y seguir a Dios, no el que dirige y grita para ser servido, el que da el ejemplo de atención, trabajo y disciplina, no el que exige esfuerzo sin mostrarlo.
Cuando el hogar está en orden, los hijos felices de ver a sus padres unidos, hay comunicación en todas las áreas delicadas del matrimonio: dinero, relación con Dios, educación de los hijos, disciplina, comprensión de los roles, relación de pareja, etc., entonces, tanto el varón como la mujer están en libertad de destacar y ganar todos los premios que puedan y por supuesto, celebrarlos con su familia.
¿Es la astronauta, es la directora de cine que derrotó al ex marido el ejemplo de mujer a imitar? No, si no existe un triunfo en las prioridades fundamentales: relación con Dios y relación con la familia. No es la revancha o el éxito logrado en el mundo lo que define a la mujer exitosa, sino que, a los ojos de Dios, es primeramente la esposa que enaltece al marido.
Lo que dice la Biblia:
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias.
Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; más tú sobrepasas a todas.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. (Proverbios 31:10-11, 23, 28-30)
Muchas veces son las cosas simples las que cuentan, como apoyar en el arreglo del marido (aclaremos que no se trata de lavarle o plancharle, él bien puede compartir las tareas domésticas, sino en cuidar sus combinaciones de prendas, de colores, su peinado, etc., ya que los varones tienden a no dedicar gran atención a los detalles), conseguir que él sea respetado (no comentando de sus errores y defectos, sino al contrario, enalteciendo sus virtudes, por pocas que sean), lograr paz y armonía dentro del hogar (que se reflejará en una concentración mayor en sus profesiones), etc. La mujer sabia edifica su casa; más la necia con sus manos la derriba. (Pro 14:1)
Las mujeres con algo de experiencia deberían enseñar que una mujer debe buscar primeramente el éxito a los ojos de Dios, amando al marido, a los hijos, no en forma sumisa, calladas, sino complementando el éxito del esposo. Tito 2:3-5 dice: Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
¡Felicidades a todas las mujeres!
2 comentarios:
Gracias a Dios que puedo leer esta nueva meditación suya hermano, me preocupaba el no ver nuevos materiales, no por otra cosa mas que por no ver algo nuevo, ya que de hecho tiene un buen cúmulo de entradas que han sido de mucha bendición para mi. Oro a Dios por que le siga bendiciendo con el discernimiento que nos muestra y del que podemos sacar tanto provecho...
Muy buena reflexión, nosotras las mujeres tenemos que estar bien fundamentadas en Cristo Jesús, como la palabra nos manda a ser sujetas a nuestros maridos y a los maridos a amarnos, con Jesucristo como el Centro de nuestras vidas todo se puede. Quiero compartirles mi testimonio de sanidad en mi Pag. www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com. Bendiciones. les saludo de El Salvador, San Salvador.
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