Lo que dice la Biblia:
Juan
era una lámpara encendida y brillante, y ustedes decidieron disfrutar de su luz
por algún tiempo (Juan 5:35).
Son palabras de Jesús acerca de Juan el
Bautista, reconociéndole, e incluso agradeciéndole, por su labor. Imaginémonos
que un día, Jesús pudiera decir lo mismo de nosotros. Que Él dijera: “_______
(ponga aquí su nombre) era una lámpara encendida y brillante.” ¿No sería
grandioso? ¿Quién no quisiera recibir semejante elogio del mismísimo Jesús?
Ahora bien, para alumbrar, una lámpara
consume energía. En los tiempos de Jesús, seguramente se estaba hablando de una
lámpara de combustible, de una antorcha, o incluso de una vela. Pero aún una
lámpara moderna consume la batería, más rápidamente mientras más intensa sea la
luz. El punto es el siguiente: no podemos alumbrar sin pagar un precio. El
reverendo Leonard Ravenhill dijo: “El costo de alumbrar es quemarse.” Y en
Jeremías 23:29 leemos: “¿No es acaso mi palabra como fuego, y como
martillo que pulveriza la roca? afirma el Señor.”
En la medida que dejemos que la Palabra de Dios penetre en nuestros
corazones, estamos permitiendo que todo lo vano y superficial (la madera, la
paja) se queme y sólo quede lo resistente, lo perdurable, lo que tiene valor
eterno, en nosotros. Una vez que Dios nos quema, los gustos mundanos del pasado
(reuniones para beber y fumar, promiscuidad sexual, vulgaridades, chismorreo, etc.)
se desvanecen y nos inundamos de placer por buscar la verdad, el amor y la
justicia. En ese momento comenzaremos a alumbrar.
¿Desea que Jesús lo reconozca como una lámpara encendida y brillante?
¡Apresúrese a quemar lo superfluo que hay en usted con el fuego de la Palabra!
2 comentarios:
Dios me dijo a mi que yo soy lámpara encendida ❤️
Hermoso mensaje nos da a conocer
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