Recuerda
que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del
desierto… (Deuteronomio 8:2a)
Seguramente hay quienes tienen menos de
cuarenta años de conocer a Dios, pero ya sea un año o cuarenta años, el
principio aplica: Dios nos ha guiado por terrenos peligrosos.
Es inevitable tener que afrontar
decisiones: personales, familiares, financieras, en el trabajo, etc. Siempre
habrá algún tipo de terreno no transitado enfrente de nosotros. Siempre
existirá algún tipo de incertidumbre en nuestras vidas. En esos momentos conviene
hacer lo que dice el versículo: recordar que Dios nos ha guiado en el pasado.
Si está usted vivo (lo cual es altamente probable si está leyendo estas líneas)
Dios ha estado con usted.
Antes de tomar una decisión importante,
antes de aceptar un nuevo empleo o una nueva responsabilidad, antes de cambiar
de casa, antes de comprar ese auto, o en fin, antes de seguir caminando,
conviene recordar lo que ha hecho Dios por nosotros. Todo lo que nos acompañó,
lo que pasó con nosotros y por nosotros, todo lo que nos enseñó, todo lo que
nos aguantó, en pocas palabras, todo lo que es Él.
Hagamos una pausa en el camino y
recordemos las bendiciones recibidas. Guardar memoria de ellas, no solo nos reconfortará
sino que lo honrará a Él. Adelante, traiga a la mente, o mejor aún, comparta
con alguien lo recibido de Dios: salvación, sanidad, paz, seguridad, amor…
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