miércoles, febrero 20, 2008

Cristianos Equivocados Acerca del Cielo

La Noticia:
N.T. Wright es una de las más importantes figuras en el mundo del pensamiento Anglicano. Como Obispo de Durham, es de los más respetados en la Comunidad Anglicana. Aparte de ser muy leído, enseña como académico en Cambridge y es un héroe para los cristianos conservadores gracias a su libro “La Resurrección del Hijo de Dios” en el que argumenta que ese evento debe tomarse en forma literal… Parece entonces como una especie de contradicción que Wright no crea en el paraíso, al menos en la forma en que millones de cristianos entienden el término. En su nuevo libro “Sorprendido por la Esperanza”, Wright se refiere a un libro infantil llamado “¿Qué es el Paraíso?” de la primera dama de California María Shriver, que describe al paraíso como “un bello lugar donde te puedes sentar en nubes suaves y platicar… Si eres bueno durante la vida, entonces puedes ir ahí… Cuando tu vida termina aquí en la tierra, Dios enviará ángeles para llevarte al paraíso para estar con Él.” Eso, dice Wright, es un buen ejemplo de lo que uno no debe decir. La verdad bíblica es muy diferente… Wright dice que escucha a la gente decir que como pronto irán al cielo, no necesitarán ya su cuerpo físico y eso es una distorsión… (time.com)

Comentario:
Es muy común tener ideas estereotipadas del cielo y del infierno. ¿Quién no ha escuchado algún chiste o historia de alguien que se fue al cielo y está parado en una nube tocando su arpa?

(Autor: ¿Sería correcto poner un chiste del cielo y del infierno aquí?)
(Editor: No)
(Autor: ¿Por qué? No hago sarcasmo de nadie. Si hay alguien leyendo esto, es que no se ha muerto y por tanto no está en ninguno de los dos sitios)
(Editor: Conociendo tus chistes, la gente va a suspender de inmediato la lectura)
(Autor: ¿Y si lo ponemos al final?)
(Editor: Está bien, pero te arriesgas a perder lectores)

Más que una noticia, el anterior es un reportaje aparecido en la revista TIME, la cual es de las más importantes publicaciones (y una de las más leídas) en los Estados Unidos. Ya que este tema se coloca en la opinión pública, resulta interesante revisar qué dice la Biblia en relación al tema de lo que ocurre después de la muerte.

"Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. "En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama". Pero Abraham le dijo: "Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá". (Lucas 16:19-26).

La historia de Lázaro y el rico es muy gráfica y clara de lo que ocurre al morir. Si bien no parece ser la norma el que existan conversaciones entre quienes están en el Hades y quienes están en el cielo, queda claro que no puede haber flujo de personas entre uno y otro sitio. Notemos además que Lázaro de inmediato llegó al cielo conducido por ángeles y que el Hades es un lugar espiritual donde se recibe tormento. El cuerpo físico se queda en la tierra. La historia continúa así:

"Entonces [el rico] le dijo: "Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento". Abraham le dijo: "A Moisés y a los Profetas tienen; ¡que los oigan a ellos!" Él entonces dijo: "No, padre Abraham; pero si alguno de los muertos va a ellos, se arrepentirán". Pero Abraham le dijo: "Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos"". (Lucas 16:27-31)

Esta historia se describe antes de la muerte de Jesús, cuando la ruta al cielo estaba pavimentada por la fe habiendo escuchado a los profetas. Hoy en día es diferente, ya que se requiere de arrepentimiento de pecados y aceptación de Jesús. Considerando que Jesús se levantó de entre los muertos, es evidente que Dios estaba dispuesto a proporcionarnos señales inequívocas para convencernos.

Otra parte de la Biblia que se refiere a la situación después de la muerte, es cuando Jesús estaba en la cruz en medio de dos malhechores. Leemos en Lucas 23:

Uno de los malhechores que estaban colgados lo insultaba diciendo:
-Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, lo reprendió, diciendo:
-¿Ni siquiera estando en la misma condenación temes tú a Dios? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; pero este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús:
-Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino. Entonces Jesús le dijo:
-De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
(Lucas 23:39-43)

Jesús le está prometiendo que estará en el paraíso ese mismo día, y si bien Jesús resucitó en la carne al tercer día, todos quienes hayan muerto en la salvación de Jesús, también lo harán algún día.

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. (1Tesalonisenses 4:13-18)

Entonces queda claro que existe un lugar indeseable después de la muerte llamado Hades (o Infierno). Otro sitio conocido como Cielo (o Paraíso) donde estaremos por un tiempo hasta que Jesús descienda del cielo y nos haga resucitar con un cuerpo glorificado e incorruptible. La buena noticia es que está en las manos de cada quien determinar el destino mientras estamos vivos, porque una vez allá, como lo muestra la primera historia de Lucas, será imposible pasar de uno a otro lado. ¿Cómo? No se trata ni de sufrir, ni de hacer buenas obras (No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:9), sino de seguir tres sencillos pasos: (1) Reconocer que somos pecadores. (2) Arrepentirnos de nuestros pecados. Y (3) aceptar a Jesús como Señor y Salvador.

Lo que dice la Biblia
Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. (1 Corintios 15:51-52)

Quedan algunas preguntas sin respuesta: ¿Cómo serán los nuevos cuerpos? Jesús resucitó con su mismo cuerpo (fue reconocido por sus conocidos e incluso Tomás verificó sus manos y costado) ¿Y qué pasa con los que murieron engullidos por un tiburón? Lo único que sabemos es que seremos transformados y los nuevos cuerpos serán “incorruptibles.” Dejemos los detalles a quien tiene el poder de la resurrección y démosle gracias por la oportunidad de la vida eterna.

(Autor: El chiste prometido, pero debo aclarar que no es mío, sino que circula por Internet. Una maestra discutía con un estudiante cristiano y le decía, “Pero José, ¡está científicamente comprobado que un pez no se puede comer a una persona!” Y José le contesta “Maestra, usted se equivoca. ¡La palabra de Dios dice que un pez se tragó a Jonás!” Ella le responde, “¡No debes de creer en esas cosas, porque ya te dije que está científicamente comprobado que eso no puede ser!” José, enojado, dice a su maestra, “Cuando yo muera y vaya al cielo, ¡le preguntaré a Jonás!” Y la maestra, que no creía en Dios, le dice, “¿Ah, sí? ¿Y qué pasa si ese tal Jonás está en el infierno?” José le contesta inmediatamente, “Pues, ¡entonces por favor pregúntele usted!”)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el chiste.. Y No creo que mermen tus lectores por ello.

Anónimo dijo...

Que bueno que haya lectur5as como esta, ya que a mi me gusta leer los testimonios y los comentarios bien intesionados a nuestro Señor Jesus. Que Dios los bendiga bye.

Anónimo dijo...

sinceramente les digo que en esta vida es muy dificil en que creer si te gusta pensar, creo que todas las religiones deberian ir buscando que cosas van a seguir inventandose porque no todos nos tragamos eso de adan y eva del diluvio, que se llevo una semana paara hacer la tierra. si dios es un ser tan grande como muchos lo describen pienso que le hubiese bastado un segundo para hacerla.y un ser perfecto no necesita de tanto drama como lo es la biblia. un ser tan grande y poderoso q lo sabe todo no necesitaba dejar un librito para que nos guiaramos al fin y al cabo si todo lo sabe sabra q hacemos y como vamos a terminar no tiene sentido , es como ver la misma pelicula dos veces ..
bueno yo felicito al que cree de verdad. "GUATEMALA PIENSA"

Anónimo dijo...

Então fascinante este site parece bem estruturado.........bom estilo:)
Muito Bonito faz mais posts deste modo !

Anónimo dijo...

k bonita reflexion