viernes, diciembre 20, 2013

Sabiduría

Lo que Dice la Biblia:
Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque ella es de más provecho que la plata y rinde más ganancias que el oro (Proverbios 3:13-14).

¿Cuántas veces nos hemos quejado de que no tenemos suficiente dinero? A veces envidiamos ese auto último modelo, ese celular sofisticado, esa computadora veloz, ese reloj elegante, esa lavadora de última generación, etc. Nos afanamos en tener una posesión terrenal y perdemos de vista lo importante. En este mundo, nuestros esfuerzos deben ir encaminados a hallar sabiduría. Nótese que la cita no dice que la sabiduría o la inteligencia son características que vienen de nacimiento. La cita implica que cualquiera puede encontrarlas.

Así que la sabiduría no es exclusiva para ese compañero/amigo que es bueno con las matemáticas, sino que es para todos. Oro, plata, joyas, posesiones, etc., si bien cosas valiosas, se dice que son poca cosa cuando se compara con la sabiduría. Debemos buscar a esta por sobre aquellas.

¿Y a qué se refiere la sabiduría? A la comprensión de lo eterno. Dentro de dos mil años cuando estemos en la presencia del Señor, de nada servirá el mencionar la marca del auto que manejamos durante cinco años sobre la tierra. Nuestro pedigrí, nuestra inteligencia, será medida según como hayamos respondido a las cuestiones eternas. Comprender que Jesús es Nuestro Señor y Salvador, responderle a Él y actuar conforme a su Palabra, representan nuestro verdadero tesoro.

jueves, diciembre 19, 2013

Obrero de la Palabra


Lo que Dice la Biblia:
Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15).

¿Recuerda su vida de estudiante? Cuando pasábamos desveladas para poder aprobar el año, el semestre o esa materia que nos costó trabajo. Tal vez fue estadística, tal vez fue cálculo diferencial, o en algunos casos historia. En la cita de 2 Timoteo 2:15, Dios está hablando de la interpretación de la Palabra. Lo mismo que un estudiante tuvo que estudiar algebra como parte de su programa estudiantil, el cristiano debe estudiar la Palabra como parte de su proceso de santificación.

No lo veamos como un deber, sino como una oportunidad. Cuando fuimos estudiantes nos hicimos a la idea de que “teníamos” que estudiar para no reprobar un curso en particular. Pero si lo pensamos con cuidado, cada vez que nos inscribíamos en un curso, en realidad era una oportunidad para aprender algo sobre un tema. Después de todo no se puede ejercer como ingeniero si antes no acreditamos cursos de matemáticas, ingeniería mecánica, ingeniería eléctrica, etc. El objetivo no es aprobar por aprobar, sino aprender.

Asimismo, si queremos llegar a la presencia de Dios, ¿qué mejor que hacerlo como un obrero “aprobado”? (Dejemos para otra ocasión discutir lo que les depara en el futuro a los reprobados). No sabemos cuánto tiempo tenemos para la graduación, así que es mejor comenzar de inmediato a aprender a interpretar rectamente la palabra de verdad.

miércoles, diciembre 18, 2013

El Arca de Dios

Lo que Dice la Biblia:
Además, fue capturada el arca de Dios, y murieron Ofni y Finés, los dos hijos de Elí (1 Samuel 4:11).

Recordemos que Ofni y Finés eran los hijos que Elí el sacerdote, había investido como sus sucesores en el sacerdocio, pero que llevaban una vida impía. Ni estar sirviendo como sacerdotes, ni estar cuidando la famosa arca de Dios, evitó que murieran en el ataque de los filisteos. Y notemos que el arca de Dios no impidió la derrota de los israelitas.

¿Qué debemos reflexionar de este evento? Ciertamente no estamos en guerra contra los filisteos, o contra los hondureños, o estadounidenses, gracias a Dios. Pero no estamos libres de problemas en nuestras vidas diarias. Esa guerra la podemos perder si nos basamos en actividades externas (equivalente al sacerdocio defectuoso de Ofni y Finés) como realizar rituales con los miembros de una congregación, o si confiamos en la mera presencia de artefactos supuestamente sagrados (equivalente a acarrear el arca de Dios) como el llevar una Biblia de un lado a otro.

No se malentienda. Debe quedar claro que Dios no está físicamente en una iglesia o en un libro, como no estuvo en un arca. Estos son mecanismos que nos pueden ayudar a encontrar a Dios, de hecho. Gracias por ellos. Pero, la clave está en que busquemos a Dios de corazón y establezcamos una relación cercana con Él. Si lo encontramos, entonces nuestras actividades en un ministerio serán en agradecimiento a Él y en apoyo y bendición de otros. Es importante que nuestras actividades y actitudes, no sean huecas, sino que estén llenas de Él. El arca de Dios sólo será útil, si Dios está en nuestras vidas.

lunes, diciembre 16, 2013

Los Mandamientos

Dejemos en claro una cosa: no se puede cumplir con los mandamientos para obtener la salvación. La salvación es por gracia, “para que nadie se jacte” (Efesios 2:9). Cumplir con los mandamientos con el objetivo de ir al cielo, es equivalente a “trabajar,” “hacer obras,” “sufrir sacrificios,” etc. Por muy loable que sea, la Biblia deja muy en claro que no podemos hacer nada, absolutamente nada, aparte de aceptar el sacrificio de Jesucristo. Él lo hizo todo.

¿Significa esto que no tenemos que cumplir con los mandamientos? No. Debemos cumplir con ellos. Lo que es diferente es la motivación de hacerlo. Si aceptamos a Jesús, tenemos la salvación y como agradecimiento de que él pagó por nuestros pecados, sin deberlos, nosotros lo seguimos y obedecemos los mandamientos. Ciertamente Dios nos perdonó, pero no por ello vamos a acumular nuevamente una lista de pecados interminable para alejarnos nuevamente de Él.

Lo que Dice la Biblia:
El que afirma: "Lo conozco", pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad (1 Juan 2:4).

El pecado nos separa de Dios, independientemente del pasado. Eso está claro. Por eso la cita de 1 Juan 2:4 tiene sentido. Como hijos de Dios, como personas que aceptamos a Jesús como Señor y Salvador, no podemos caer en la desobediencia, mientras nos jactamos de que “Le conocemos.” Abracemos los mandamientos, no como “mandato,” perdonando la redundancia, sino como un regalo de agradecimiento a nuestro Rey. 

martes, diciembre 10, 2013

Seamos Ejemplo

Es innegable que los hijos aprenden de los padres. La conducta, el lenguaje, las costumbres, se forman en la infancia. Así somos los primeros responsables de cómo se comportarán como adultos. Si nos vieron engañar a nuestros empleadores, alterar nuestros impuestos, robar en la tienda, ¿cómo les podemos pedir que no copien en los exámenes, hagan su tarea o cumplan con sus deberes? Si nos vieron mentir, ¿cómo pregonar que no deben hacerlo? Si nos vieron beber hasta perder la cordura, ¿cómo inculcarles que no abusen del alcohol?

Después de los padres, nuestros niños están fuertemente influenciados por sus maestros. Cuando observamos que un grupo de maestros están provocando caos en la Ciudad de México, cerrando vialidades, alterando el derecho de terceros, destrozando vallas y armándose con tubos y piedras, no podemos sino tener miedo. No de ellos, porque afortunadamente no nos enfrentaremos directamente, sino del ejemplo que están presentando ante los niños del país.

Ellos son maestros de niños, lo que quiere decir que muchos pequeños pasan medio día, cada día, captando sus palabras, percibiendo su amargura. Como dice Proverbios, tratemos de ser inmaculados en nuestro ejemplo y tengamos cuidado al seleccionar a quién cedemos la instrucción de nuestros hijos en la escuela. Es claro que muchas personas no pueden darse el lujo de elegir a los profesores, así que al menos oremos porque la situación educativa del país mejore.

Lo que Dice la Biblia:
Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo! (Proverbios 20:7)

Nuestros hijos merecen estar expuestos a un buen ejemplo para que su vida sea más ordenada y completa. Está en los padres ser el primer escalón en este modo de vida. Busquemos ser ese ejemplo.