jueves, marzo 03, 2016

Rituales de Estudiantes para Pasar Exámenes

La Noticia:
El tiempo de exámenes es uno de gran presión. Especialmente en Asia del Este, donde la presión es para obtener calificaciones muy altas. Sin importar las diferencias culturales, los estudiantes tienen sus propios rituales y supersticiones, ya sea el reproducir una canción de la suerte, comer algo especial o incluso usar unos pantalones “suertudos”… (bbc.com).

Comentario:
Mi primera pregunta es ¿cómo se convierten en “suertudos” unos pantalones? ¿Fueron los que un estudiante estaba usando cuando conoció a su novia? ¿Cuando aprobó el examen anterior? ¿Cuando ganó el PRI otra vez la presidencia? (El artículo no es político, así que puede eliminar la pregunta anterior, aunque yo que usted, desechaba esa ropa). Pero bajo ese criterio, entonces también la camisa es “suertuda,” y, si me apura un poco, también los cal… calcetines. ¿Por qué no usar el atuendo completo?

Si se trata de comer algo en particular, yo escogería pizza. Aunque con mi suerte, en lugar de hacerme destacar en un examen, me haría gastar tiempo vital del mismo en el “privado.”

Y la última pregunta, ¿funcionan los pantalones de la suerte, aún sin estudiar? Supondría que sí, o no tendría sentido preocuparse por la vestimenta cuando se tienen los conceptos claros en la mente. En cuyo caso, la próxima vez que vaya a consultar a un médico, la primera pregunta debería ser… ¿usted obtuvo su título porque estudió o porque usó pantalones especiales? Desde la perspectiva de un usuario de servicios profesionales, los pantalones de la suerte deberían estar prohibidos.

¿Cuál es la perspectiva bíblica de la suerte?

Lo que dice la Biblia:
Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás (Jonás 1:7).

En el Antiguo Testamento, Dios usó la suerte como una forma de comunicación. Jonás fue seleccionado correctamente porque estaba huyendo de la tarea encomendada. Dios llamó su atención y lo hizo reflexionar seriamente (¿qué más podía hacer en la panza del gran pez? Sería el equivalente hoy día de quitarnos el Internet).

Pero desde que llegó el Espíritu Santo, la comunicación de Dios es más clara y directa. Ya no necesita de dados, huesos o lotería. Tenemos un WiFi personal en nuestras conciencias.


Y es el Espíritu Santo el que debe hacerle sentir a los estudiantes que deben estudiar en lugar de andar en fiestas y la calificación en los exámenes subirán como consecuencia natural de seguir los consejos de Dios. Así que pueden mandar a la lavandería los pantalones o incluso cambiarlos por unos nuevos cuando se gasten. Su vida no depende de ellos.