miércoles, noviembre 16, 2011

Manual de Pastor Propone Pegarles a los Niños


La Noticia:
El video que subió una joven de Texas en el que se veía cómo sus padres le propinaban una paliza por haber comprado libros y música sin permiso reavivó el debate sobre los límites del castigo que los padres pueden propinarle a sus hijos… En medio de este proceso salió a la luz el manual “Cómo educar a tu hijo”, escrito por el pastor evangélico Michael Pearl, que alienta el maltrato físico contra los chicos… (acontecercristiano.net)

Comentario:
No sé si vieron ese video. Es perturbador, aún para los que defendemos el uso de la vara en la corrección de los niños. Yo sé que representa un choque en contra de la educación cristiana tradicional y un golpe de publicidad para los sicólogos que rechazan la disciplina física por principio. De hecho haría mejor en ignorar el tópico y comentar las últimas noticias sobre Justine Bieber. Tendría más lecturas y, sospecho, menos comentarios de desacuerdo.

(Editor: ¿Menos comentarios? Recuerda que los de SPAM no cuentan)
(Autor: Si tengo visitas y no tengo comentarios de desacuerdo, significa que están de acuerdo con mi punto de vista. ¿No?)
(Editor: Comencemos por ahí. ¿Alguien visita el Blog?)
(Autor: ¡Ouch!)

Sin embargo tengo que defender la postura bíblica, no solo por su autoridad, sino porque me consta como padre experimentado, que sí funciona. Mis hijos son adultos logrados y felices que jamás renegaron de la metodología usada para disciplinarlos.

Comenzaré por comentar que el padre del video no debió recurrir a la vara. La edad de la niña ya no estaba para la disciplina física. La vara se usa sólo en niños pequeños, cuando no existen alternativas que le “duelan.” A un pre-adolescente se le castiga privándolo de la TV, del videojuego, de jugar con los amigos, etc. Pero cuando aún no existe la capacidad de asociación de que la rebeldía trae consecuencias desagradables más que con par de varazos, lo aconsejable es controlar al niño con un instrumento de castigo.

Los golpes, sin embargo, son contraproducentes, si no se emplean con sabiduría. Y esto es importante recalcarlo. Golpes, por sí mismos, no sirven. En esto tienen razón los sicólogos. Pero castigo con sabiduría, señalará a los niños los límites para una coexistencia pacífica. Por ello es que debe existir el siguiente proceso en caso de rebeldía (infracciones menores, requieren diferentes acciones) de un niño:

1. No estar enojado a la hora de corregir. En el video se notaba coraje por parte del padre. Otro error.
2. En privado. Si el padre está presente, le toca a él realizar la corrección. Él es responsable de la educación familiar y no debe ceder su lugar por muy cansado que esté. La disciplina es una oportunidad para mostrar amor a los hijos. La madre, de acuerdo con el procedimiento,  los debe dejar solos. Si no está el padre en la cercanía, entonces le toca a la madre.
3. Explicar con calma al niño cómo es que está acarreando el castigo. El niño debe reconocer qué hizo mal y pedir perdón. Si no lo hace, no ha sido quebrantada la rebeldía.
4. Después del castigo viene la etapa de consolación. No se puede cancelar por ningún motivo. En esta etapa se abraza al niño y se le expresa que está siendo disciplinado por que se le ama. Él entenderá que se le está dedicando tiempo y lo apreciará. No se debe dejar al niño llorando, no importa el tiempo que se tarde en componerse.
5. En caso de que se haya tratado de una disputa entre hermanos, ambos deben reconocer lo que hicieron mal (cada quien) al pelearse y se debe lograr una reconciliación, abrazo y beso incluidos. Uno debe abstenerse de jugar a ser juez y dictar quién tuvo razón. Para un pleito, las dos partes tuvieron algo que ver, por pequeño que sea.

La vara, así aplicada, es un instrumento de amor, no de odio, ni de resentimiento. En el video, hubo muchos errores: la edad de la niña (consciente incluso como para grabar a escondidas el castigo), el padre estaba enojado, la madre estaba presente, no hubo reconocimiento de culpa, no hubo reconciliación… En este caso, no es el método el que está mal, es el cómo se llevó a cabo que debemos rechazar. Si el niño no percibe amor de parte de quien lo disciplina, el rencor comenzará a instalarse en su espíritu.

Lo que dice la Biblia:
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; más la vara de la corrección la alejará de él. (Pro 22:15)
No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. (Pro 23:13)
La vara y la corrección dan sabiduría; más el muchacho consentido avergonzará a su madre. (Pro 29:15)

La corrección con vara es sólo para los amorosos padres que están dispuestos a pasar tiempo en la formación de sus hijos. La recompensa son hijos respetuosos y felices. ¿No vale la pena?

miércoles, noviembre 09, 2011

Confianza


Nabucodonosor les dijo: Ustedes tres, ¿es verdad que no honran a mis dioses ni adoran a la estatua de oro que he mandado erigir? Ahora que escuchen la música de los instrumentos musicales, más les vale que se inclinen ante la estatua que he mandado hacer, y que la adoren. De lo contrario, serán lanzados de inmediato a un horno en llamas, ¡y no habrá dios capaz de librarlos de mis manos! Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor: ¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad!  Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad. (Daniel 3:14-17)

Pocos tenemos la confianza de estos tres jóvenes. Ciertamente hoy en día no se trata de esquivar amenazas de morir quemados, ¡gracias a Dios! Pero ¿cuántos no dudamos de nuestro Dios al enfrentar problemas cotidianos? El Nabucodonosor de hoy se presenta como un compañero de trabajo incómodo, como el jefe que amenaza con despedirnos, como una enfermedad que busca disminuirnos, como un familiar cercano que nos rechaza, como un amigo que se burla, etc. Ciertamente amenazas no le faltan a nadie, así que más nos vale que tampoco nos falte la actitud de estos tres jóvenes que le contestaron con osadía, a nada menos que a un rey: “el Dios al que servimos puede librarnos…”

No estamos sugiriendo que se plante ante su jefe y pronuncie dichas palabras faltándole al respeto. El punto es que ante la reflexión del problema económico, familiar, social, o de salud, reaccionemos y las pronunciemos enfáticamente. Se trata de declarar que Dios es todopoderoso, que como hijos adoptivos suyos nos dio poder ante la adversidad. De reconocer que Jesús triunfó sobre la muerte completamente y que ya no somos más esclavos del pecado, de las enfermedades, del oprobio… En una palabra, se trata de confiar en Dios.

Pero falta lo mejor, después de la famosa expresión: “el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad,” los jóvenes continuaron diciendo:

“Pero aún si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua” (Daniel 3:18).

Eso es confianza en mayúsculas, no confianza-en-tanto-vea el poder de Dios, no confianza-mientras-sepa de su poder, no confianza-si-pasa-algo, sino confianza total e incondicional. De hecho, ellos tenían motivos para dudar ya que habían sido testigos de la cautividad de su gente. Dios no había intervenido para librar a su pueblo de la esclavitud y no existe reseña de que hubieran contemplado algún milagro poderoso perpetrado por Dios. Por menos que eso, hoy estamos rodeados de ateos o agnósticos. Sin embargo, a ellos, la inacción de Dios, no los perturbó.

Ojalá aprendiéramos de ellos y confesáramos por ejemplo: “Dios, yo sé que puedes sanarme, pero aún si no lo haces, siempre confiaré en ti.”

miércoles, noviembre 02, 2011

Problemas


No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
(Isaías 41:10)

¿Se ha enfrentado a dificultades? ¿Económicas, familiares, de salud, en el trabajo, en los estudios, con los vecinos, o simplemente con los quehaceres domésticos? Si contesta en forma negativa, o es usted un mentiroso, o ha estado viviendo en un universo alterno.

Jesús dijo no solo que vendrían problemas, sino que era necesario que vinieran: ¡Ay del mundo por los tropiezos!  Porque es necesario que vengan tropiezos… (Mateo 18:7a). ¿Por qué? ¿A Dios le agrada vernos sufrir y nos envía pruebas para su entretenimiento personal? No. Porque entonces no tendría sentido la cita de Isaías 41:10.

Dios permite los problemas por varios motivos: para que nuestro carácter se forje, porque salimos fortalecidos de las dificultades, para que podamos testificar de cómo Dios nos ayudó durante los tiempos difíciles, para que aprendamos algo, porque existe un motivo más allá de nuestro entendimiento que trabaja en pos de un designio divino, etc. No debemos entonces reclamar por una prueba que se atraviese en nuestro camino, sino buscar sabiduría para sortearla.

¿Cómo debemos enfrentar entonces a los problemas? Isaías 41:10 nos lo indica:

1) Sin temor, porque Dios promete estar a nuestro lado.
2) Sin desmayar, porque Dios promete suplirnos con renovadas energías.
3) En oración, porque Dios promete ayudarnos siempre.
4) Confiados, porque Dios promete sustentarnos con la diestra de su justicia.

Las dificultades vendrán, pero con estas promesas de Dios, el estrés y las enfermedades consecuencia del mismo se irán. No importa el tamaño del problema, recordemos que Dios es más grande.