jueves, septiembre 21, 2017

Sismo en México

La Noticia:
Luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, en momentos en los que todos los mexicanos, y en realidad, de diversas partes del mundo, se unieron por la tragedia, las ideas son bien recibidas. Y la que tuvo la empresa Cuauhtémoc/Moctezuma es un detallazo: transformó, de manera temporal, su planta cervecera de Orizaba para enlatar exclusivamente agua potable y llevarla a las zonas donde ésta se requiera… (Excelsior.com).

Comentario:
Los sismos son consecuencia de los movimientos de las placas tectónicas en el subsuelo. No podemos culpar a Dios directamente por el sismo ocurrido, o porque haya permitido que tal persona, de buen corazón, cristiana de nacimiento, haya fallecido en el evento. Hay que aceptar que le debemos a Dios el planeta y le debemos agradecer que nos dio un planeta vivo (aunque parezca inerte, los científicos nos han garantizado que existe actividad en el subsuelo y en las capas interiores del mismo).

No nos equivoquemos: un planeta inactivo, no podría sustentar vida. Dios lo sabía y en su sabiduría entendió que era lo mejor que podía heredarnos. ¿Es por ello un mal Dios? Ni remotamente. Nosotros como padres, enseñamos a manejar una bicicleta o un auto a nuestros hijos, entendiendo que existe alguna posibilidad, aunque sea remota, de que puedan sufrir un accidente fatal. ¿Somos malvados? No. Creemos que una buena disciplina a la hora de conducir los mantendrá a salvo. Aun así, está el riesgo de personas afectadas por el alcohol al volante. Pero no podemos encerrar a nuestros hijos en la casa, no podemos poner salvaguardas todo el tiempo. No sería vida.

Del mismo modo, Dios nos entregó la Tierra con sus movimientos, pero aparte de nuestro planeta vivo, nos dio inteligencia, esperando que nos sirviera para controlar y “someter” a la naturaleza. Somos nosotros los que nos equivocamos fundando ciudades en sitios peligrosos, no aprendiendo de errores del pasado (el sismo del 85 debió dejar un profundo aprendizaje y reglas de construcción estrictas), levantando viviendas al vapor para ahorrar dinero, etc.

Lo que podemos es apreciar cómo la solidaridad de la gente aflora en momentos de tragedia. Que una cervecera cambie su producción por agua y la regale, es apreciable, que hayan existido más voluntarios de los que se necesitaban, también lo es, que haya venido personal de rescate desde países como Japón, Israel, Chile, Costa Rica, etc., ni dudarlo.

Dios tal vez sabía que necesitábamos una sacudida para mostrar el corazón de la gente.

Lo que dice la Biblia: 

Y los bendijo con estas palabras: “Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo” (Génesis 1:28). (Énfasis propio).