viernes, octubre 18, 2013

Ansiedad

Según la Real Academia, ansiedad es “estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.” Si usted es humano, probablemente ha experimentado la ansiedad en alguna ocasión en su vida, así que la Real Academia sólo formaliza lo que ya sabemos. Tal vez los niños sean los únicos que se escapen de sentir inquietud. ¿Cuándo hemos visto a un niño preocuparse por las calorías o el colesterol? ¿Cuándo preocuparse por que el refrigerador está vacío o por las cuentas que llegan por correo? ¡Bendita infancia!

Como dudo tener niños entre mis “lectores” (Editor: Me fascina el optimismo del autor. Yo insistí que pusiera “potenciales lectores,” pero él se negó. La culpa es de él.), revisaremos un versículo de la Biblia que parece muy apropiado. (Autor: Busco editor no sarcástico, pago en moneda del reino venidero.)

Lo que dice la Biblia:
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias (Fil 4:6).

Reconocemos que es difícil: “No inquietarse por nada.” Cuando las cuentas por pagar se acumulan, cuando el coche está fallando, cuando un miembro de la familia está enfermo, triste o rebelde, cuando no sale el trabajo que nos encomendaron, etc. ¿No inquietarse?

Muchos de nosotros somos campeones en preocuparnos. Cuando ya es tarde y no llega uno de nuestros hijos a la casa, solemos pensar lo peor. O imaginamos que esos dolores de cabeza son solo el preludio de un tumor maligno, o que la casa que dejamos sola ya fue asaltada. Pero aquí Pablo nos dice que no nos preocupemos por nada. No dice que nos vamos a escapar de la muerte o de alguna desgracia. De hecho todos vamos a fallecer eventualmente. Incluso Pablo estaba en prisión cuando escribió esto.

Cosas van a suceder, pero a pesar de que ocurran, incluso mientras están ocurriendo, debemos seguir este consejo y buscar la paz de Dios. Notemos que dice: “en toda ocasión,” no cuando nos sintamos bien. Dice: “con oración y ruego,” no presuntuosamente. Y además remata diciendo: “y denle gracias.” ¡Extraordinario! Es reconocer que Dios está por encima de todo y que trasciende cualquier evento.