viernes, septiembre 28, 2007

Temen por Final de Telenovela Brasileña

La Noticia:
La red de suministro de electricidad de Brasil creó una reserva adicional para evitar un apagón nacional… cuando se transmita el capítulo final de la popular telenovela Tropical Paradise… TV Globo espera que el 90 por ciento del público televidente del país, de 186 millones de habitantes, sintonicen el último episodio para descubrir quién asesinó a la villana Tais o si Bebel, una prostituta, será feliz por siempre… "Nos preocupa que un repentino aumento en (el consumo de) la electricidad al final del programa ocasione un apagón", dijo un vocero… "Cuando todo termine, millones de personas se levantarán de sus asientos para encender las luces de sus salas, abrir el refrigerador para tomar una cerveza fría o calentar la cena en un horno de microondas", explicó… (reforma.com)

Comentario:
¡Un país entero se desconecta al conectarse al televisor! Asumo que si desean ver el final, es porque conocieron el principio y lo de en medio. ¿Cuántas horas hombre fueron gastadas ahí?

(Editor: La primera frase debería cambiarse)
(Autor: Es un juego de palabras, a mí me gusta…)
(Editor: ¿Se supone que debe ser gracioso?)
(Autor: ¡Claro! ¿Te lo explico? El que se conecta…)
(Editor: Sí lo entiendo, pero no lo veo gracioso)
(Autor: Es que necesitas mejorar el humor. ¡Sonríe hombre, es una broma!)

Y no me refiero a que la gente debería estar trabajando. Quiero creer que estaban viendo la televisión en su tiempo de ocio. Pero ese tiempo libre pudo aprovecharse para sostener conversaciones con la familia (al menos de algo diferente a especular quién mató a la villana), para pasear con familiares o amigos, para leer algo que reditúe para la propia vida, o para acercarse más a Dios.

¿Cuántas horas permaneció en el aire la serie completa? ¿20? ¿30? ¿40? No tengo información, pero quizás en ese tiempo se hubiera podido leer completo el Nuevo Testamento o al menos una cuarta parte del Antiguo. ¿No sería mejor que saber quién se casa con quién?

Además la Biblia tiene historias fascinantes, que no por conocer el final pierden su frescura. Ahí está el caso de Rahab, la prostituta (parece que los televidentes también desean saber si la prostituta “será feliz por siempre”).

Lo que dice la Biblia:
Mas la ciudad será anatema al SEÑOR, ella con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estuvieren en casa con ella, por cuanto escondió los mensajeros que enviamos. (Josué 6:17)

El final no fue que ella vivió (feliz o no), sino que formó parte de la genealogía de Jesús. Y Jesús es el verdadero final. Las historias de la televisión terminan en un supuesto “final” cuando el héroe se casa con la muchacha guapa, o cuando la heroína se besa con el valiente y apuesto galán.

Consultemos la tasa de divorcios de cualquier país y sabremos que ese no es el “final feliz.” El único y real “final feliz” es cuando los personajes (yo, tú, él, nosotros, ellos) aceptan a Jesús y son capaces de recibir y comprender el gran amor que derramó al entregar su vida por todos nosotros.

Entreguemos nuestra vida a Él y nos daremos cuenta que esa es realmente la única historia que vale la pena contar.

jueves, septiembre 20, 2007

Aniversario

Este Blog cumple un año de haber sido iniciado.

Gracias a todos los visitantes, gracias adicionales a quienes lo han visitado más de una vez y aún más a quienes se han tomado el tiempo de dejar algún comentario.

Según Google Analytics, en los últimos seis meses (no se me había ocurrido instalarlo antes porque pensé que sólo me visitaba mi familia) han habido aproximadamente 20,000 visitantes y 30,000 páginas vistas.

¡Gracias!

Sinceridad

Detesto, como a las puertas de la muerte, al hombre que dice una cosa, ¡pero esconde otra en su corazón! (Aquiles en la Iliada de Homero)

Si consideramos que la Iliada fue escrita alrededor del siglo VIII antes de Cristo, nos daremos cuenta que la sinceridad es apreciada desde tiempos antiguos y que la hipocresía no es invento de nuestros días.

En la antigua Roma, los alfareros hacían su mejor esfuerzo por imitar la alta calidad de sus contrapartes griegos, pero no podían lograrlo debido a que utilizaban materiales de inferior calidad. Al hornearse, muchas de las vasijas se agrietaban. Los alfareros romanos, en vez de desechar tales vasijas, rellenaban las grietas con cera y las pintaban. Las vasijas defectuosas se hacían así pasar por alfarería de calidad y los clientes las compraban sin sospechar. Cuando las vasijas se ponían al fuego, sin embargo, la cera se derretía y quedaba al descubierto la mala calidad del trabajo. Como consecuencia, los vendedores de vasijas comenzaron a utilizar la expresión sin cere (“sin cera” en latín) para distinguir a las vasijas de calidad de las defectuosas.

Según el diccionario, la palabra sinceridad tiene tres acepciones, que más que independientes, son complementarias: 1. Franqueza de mente e intención. 2. Libre de simulacro o hipocresía. 3. Autenticidad.

¿Ha notado que existen personas que parecen haberse olvidado de nosotros, pero que un buen día nos visitan o nos llaman sólo para “saludarnos”? Luego de unos momentos de charla ocasional terminamos por descubrir que además de “saludar,” necesitaban dinero, deseaban vender, o requerían algo especial de nosotros. Independientemente de cómo haya terminado la conversación, nos quedamos con un sentimiento de molestia por la falta de franqueza de dichas personas.

Sinceridad es dirigirse al punto central para expresar claramente la esencia del asunto, sin argumentaciones manipuladoras o chapuceras, evitando los rodeos y el exceso de palabras que pretenden convencer por cantidad. Ahora bien, el hablar sinceramente no es una cuestión meramente de reducción de palabras en una conversación, sino de promover una comunicación clara y asertiva. Tampoco debemos confundir franqueza con crueldad o crudeza. Podríamos, por ejemplo, usar eufemismos para situaciones delicadas. Un eufemismo es una manera de expresar con tacto un pensamiento incómodo. Algunos dicen de quien falleció: “ya está descansando.” Una expresión así muestra sensibilidad, lo cual es un balance adecuado para la sinceridad.

La sinceridad también debe ser balanceada con la deferencia. La deferencia es “limitar nuestra libertad con el fin de no ofender los sentidos de quienes nos rodean.” En vez de hacer que nuestras opiniones sean una fuente de irritación innecesaria para los demás, debemos ser concientes de cómo expresamos nuestros puntos de vista en relación a los de los demás. La deferencia no es renunciar a la verdad, ni utilizar mentiras “blancas”, sino ir hasta donde uno pueda para vivir en paz con los que nos rodean.

¿Cuándo fue la última vez que compró un producto que no resultó ser lo que decía la propaganda? ¿Cómo se sintió? Cuando no somos sinceros, somos culpables de lo mismo: Levantamos una expectativa falsa, una apariencia exterior atractiva de una situación, producto o hecho, negativos. Sinceridad es usar las palabras precisas para exponer el todo (visible u oculto) de lo que deseamos decir o promover.

Sinceridad, también es practicar lo que se predica. Tanto en el hogar, como en el vecindario o en el trabajo, la sinceridad es ser fiel a actuar según lo que hablamos y vivirla constantemente en todas las esferas de la vida. Nada exhibe los motivos insinceros en forma tan clara como el decir una cosa y hacer otra. Por ejemplo, si estamos tratando de aconsejar a nuestro hijo adolescente sobre los riesgos del alcohol y llegamos con copas en exceso al hogar, estamos negando la validez de nuestros dichos.

Julio César fue muy brillante en muchas áreas de su vida: administrador, estadista, militar, etc., pero también tenía muchas ambiciones y carecía de escrúpulos a la hora de elegir cómo lograr promociones. Por ejemplo se casó por conexiones políticas y se divorció cuando nuevas familias llegaron al poder. Hizo muchas alianzas, pero muchas fueron insinceras. Al final los métodos engañosos de Julio César fueron usados contra él, pues murió acuchillado entre conocidos y “amigos.”

Quizás si Julio César hubiera sido auténtico, sincero, toda su vida, hubiera podido sentirse ultrajado por la traición de que fue objeto. El ir por la vida con una máscara tiene el inconveniente de que la gente se relaciona con la máscara y desconoce a la persona que la porta. Cuando no somos sinceros, es lo que ocurre: nos quedamos en soledad o peor aún, somos traicionados, porque la gente a nuestro alrededor jamás se relacionó con nuestro verdadero yo.

Tal vez no tengamos la respuesta a todas las interrogantes, a todos los conflictos, a todos los problemas, pero como bien lo expresa Eliú, el amigo de Job, debemos ser siempre sinceros: Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad (Job 33:3)

Sinceridad, a final de cuentas, es revelar con palabras y obras lo que hay en el corazón.

viernes, septiembre 14, 2007

Aniversario Terrorista

La Noticia:
Un nuevo video que muestra al jefe de la red Al Qaeda Osama Bin Laden fue puesto en Internet, en coincidencia con el sexto aniversario de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, informó la cadena de televisión CNN… El video muestra una imagen fija de Bin Laden mientras se escucha su voz elogiando al secuestrador del 11 de septiembre Waleed al-Shehri, quien iba a bordo del vuelo 11 de American Airlines que se estrelló contra el World Trade Center… Según CNN, el video difundido este martes parece estar dedicado totalmente a elogiar a Shehri... (reforma.com)

Comentario
El terrorista más buscado por los Estados Unidos, lo cual lo hace famoso de por si, exalta a los “héroes”, así llamados por él, que se sacrificaron el 11 de septiembre del 2001. Que esta persona aparezca en un video, o al menos su voz, exaltando a personas que se autoinmolaron, tiene un gran riesgo. Muchos seguidores, impresionados por su fama, su carisma, por su forma de desafiar a la potencia más grande del mundo, podrían seguir su llamado.

La Biblia, en muchas partes, nos llama a tener cuidado con los engañadores de este mundo. Con las personas que nos tratan de hacer ver cosas que no existen o que no pueden ser.

1 Juan 3:7 Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo.

2 Juan 7 Es que han salido por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo ha venido en cuerpo humano. El que así actúa es el engañador y el anticristo.

2 Timoteo 3:13 Pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.

Isaías 5:20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Debemos, por tanto, tener cuidado de no ser engañados. Los “héroes” que están esperando su recompensa, de hecho lo fueron. Son héroes para una cierta comunidad en el mundo, pero su recompensa está lejos de ser el paraíso prometido. La Biblia revela lo que les espera.

Apocalipsis 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Estos “héroes,” al decir de Bin Laden, fueron mentirosos porque llegaron a los Estados Unidos con falsa documentación, engañaron para poder aprender a pilotear un avión, fueron homicidas al matar a miles en las torres gemelas y a los pasajeros a bordo de los aviones, fueron cobardes al matar a mujeres y niños inocentes y además fueron incrédulos del Evangelio de amor que difundió Jesús hace dos mil años. El lago descrito en la cita de Apocalipsis, no es exactamente la recompensa que pensaron recibir.

Pero recordemos que ellos fueron engañados, como mucha gente que está siguiendo esta religión. No debemos de criticarlos, ni rechazarlos, lo que debemos hacer es amarlos y orar por ellos y esto incluye al líder del movimiento terrorista Osama Bin Laden.

Lo que dice la Biblia:
"Oísteis que fue dicho: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo". Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos. (Mateo 5:43-45)

Pablo fue un perseguidor de la iglesia antes de su conversión, imaginemos el gran poder que tendría Osama Bin Laden si se le revelara Jesús. ¡Oremos por él!

viernes, septiembre 07, 2007

Proponen Multar a Infieles Colombianos

La Noticia:
Los colombianos que tras haber contraído nupcias busquen tener una aventura pasional fuera de casa deberán pensarlo dos veces, porque les puede salir caro si una propuesta legislativa avanza en el Congreso… El senador Edgar Espíndola presentó un proyecto de ley que busca castigar con multas y sanciones comunitarias a los infieles, para recuperar los valores del matrimonio y a los niños de hogares rotos por causa del adulterio… "Yo aspiro a que… este proyecto, nos motive a una gran reflexión a todos… de la importancia del matrimonio, de la importancia del hogar, de la importancia de la familia"… El proyecto contempla multar con… alrededor de 4 mil dólares, al infractor pasional… También habría sanciones como trabajar los fines de semana en hogares de bienestar social de niños abandonados y en clínicas de reposo para ayudar a personas que hayan sido afectadas por una traición amorosa… Espíndola dijo que los agraviados podrán denunciar a sus infieles parejas ante comisarías de familia, acompañados de evidencias como fotografías… Pero el legislador precisó que los infractores podrán escapar del castigo si reciben el perdón de su pareja. (reforma.com)

Comentario:
Quizá no debería estar haciendo preguntas irrelevantes en este caso porque pueden prestarse al morbo, pero hay un par de ellas que no puedo resistir. Prometa no distraerse del punto central que es la crítica del adulterio. ¿Quién paga los 4 mil dólares? Por que no hay un infractor, sino dos. ¿Mitad y mitad? ¿Cuánto le queda al agraviado (a) después de pagar al detective que consiguió las fotos, al abogado que presentó el caso, al terapista y otros gastos incurridos en el proceso? Dudo que alcance esa cantidad para todos.

La idea es encomiable (proteger al matrimonio), si bien no estoy seguro que la forma de conseguirlo lo sea. ¡Multas para el adúltero! Aunque la cantidad puede ser substancial para el ciudadano medio, el formato degrada el concepto de la unión matrimonial. Consideremos a Roberto (un ciudadano colombiano casado con Mercedes) que está siendo atraído por Luly (la secretaria de la oficina). Mercedes en la casa llama la atención de Roberto hacia las necesidades económicas del hogar, conflictos con los pequeños, desplantes del adolescente, etc. Mercedes quiere a Roberto, pero las presiones en el hogar, las prisas, los conflictos con la familia, bajo presupuesto para su propio guardarropa, etc., hacen que no esté arreglada especialmente para Roberto cuando este llega por las noches. En cambio, la jovencita Luly, llega a la oficina todos los días perfectamente maquillada, impecablemente vestida, perfumada y con la sonrisa en los labios que denota una falta de preocupaciones natural entre las jóvenes solteras.

Roberto comienza a elaborar ideas de adulterio. Sus atenciones por la jovencita hacen que esta se fije en él. Habiendo vivido muchos años con Mercedes, Roberto sabe de algunos aspectos que impresionan al sexo femenino y los emplea “sólo” por ver cómo responde la joven. Un buen día, a Roberto sólo le queda dar el paso final y completar el adulterio. ¿Qué tiene en la mente?

Primero, que debe ser lo suficientemente listo para no ser descubierto. Esto es, planear todo cuidadosamente (aunque ya vimos en una entrega anterior que eso es muy complicado: “Delata Florería a Marido Infiel”).

Segundo, ¿cuál sería la consecuencia de su falta? Si no tiene un firme conocimiento de Dios, lo cual parece factible al haber llegado hasta este punto, sólo le queda considerar si podría pagar la multa, esto es, una consideración meramente económica.

Y este es el riesgo, reducir el asunto de un agravio a Dios a un asunto material medido en dólares. No puede funcionar así. El temor de Dios no tiene precio. Ciertamente la última frase suena como a una campaña promocional de tarjetas de crédito:

“Adulterio: $4,000 dólares,
“Fornicación: $3,000 dólares,
“Lujuria: $1,000 dólares,
“Gula: $500 dólares, etc.”

Simplemente no podemos iniciar el establecimiento de una escala de precios.

Lo que dice la Biblia:
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio, le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, y en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Esto decían probándolo, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo:
—El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, fueron saliendo uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los más jóvenes; solo quedaron Jesús y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo:
—Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo:
—Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo:
—Ni yo te condeno; vete y no peques más.
(Juan 8:3-11)

Notemos que Jesús no dijo: “¡Que pague 4 mil Dracmas!” Él no vino para derogar la Ley, sino para cumplirla.

Según la noticia “… los infractores podrán escapar del castigo si reciben el perdón de su pareja.” Esta parte me encanta, pero esta incompleta. Debería añadir: luego de arrepentirse y obtener el perdón de Jesús. Sólo Jesús es capaz de restaurar un matrimonio dañado. Mejor aún si añadimos a Jesús al matrimonio a tiempo. Un matrimonio con Jesús tiene más probabilidades de ser estable, duradero y feliz. Si bien existen divorcios entre los matrimonios cristianos, estos tienden a ser los menos, como también son los menos los matrimonios felices entre parejas que no han invitado a Jesús a sus vidas.

Si usted es casado, no trate de demostrar que su matrimonio es de los pocos que sí pueden sobrevivir sin Jesús. Vaya a lo seguro e invítelo a su vida.