jueves, febrero 13, 2014

Alguien Está Orando por Mí

Lo que dice la Biblia:
¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará?  Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros (Romanos 8:33-34).

En la Biblia hay versículos de todo tipo: interesantes, asombrosos, retadores, inspiradores, etc. Sin embargo las palabras fallan para poder describir qué tipo de versículos son Romanos 8:33-34. Qué pensamiento tan poderoso saber que el propio Jesús está… ¡orando por nosotros!

De por sí ya es reconfortante saber que ofrendó su vida por nuestra redención. Estábamos condenados y él nos rescató. Pero la historia no acaba ahí. Él resucitó, ascendió al cielo y está a la derecha de Dios. Y no está como conquistador, disfrutando su triunfo sobre Satanás, o como gobernante de nuestros días dictando órdenes. Está a la derecha de Dios, intercediendo por nosotros.

¿Ha orado por alguien? ¿Se ha alegrado cuando alguien le dice que está orando por Usted? ¿Verdad que es reconfortante saber que alguien está de rodillas por nosotros? Cuánto más si ese alguien es Jesús. Como dice el versículo: “Dios es el que justifica. ¿Quién condenará?”


Saber que Jesús mismo está orando por nosotros nos debe motivar a orar por los demás. Siempre hay alguien que está en necesidad, en dudas, urgido de atención. Intercedamos por ellos siguiendo el ejemplo de Jesús. Como dice Santiago 5:16: “La oración del justo es poderosa y eficaz”.

miércoles, febrero 12, 2014

Despertar del Sueño

Lo que dice la Biblia:
Hagan todo esto estando conscientes del tiempo en que vivimos. Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos (Romanos 13:11).

Washington Irving publicó en 1819 una novela corta que pronto se hizo famosa: Rip Van Winkle. Es la historia de un personaje, cuyo nombre es el título de la novela, que durmió, nada menos que durante… 20 años. Tomó un licor extraño en un claro de un bosque y despertó 20 años después con una larguísima barba. Dos cosas destacan en la novela: Rip Van Winkle era flojo por naturaleza y estaba escapando del trabajo diario de la casa cuando se quedó dormido. Segundo, cuando se acostó los Estados Unidos estaban bajo el reinado de Jorge III de Inglaterra y cuando despertó el país tenía como presidente a George Washington, así que Rip Van Winkle durmió mientras una revolución se llevaba a cabo.

Reflexionemos sobre esto por un momento considerando a los cristianos del día de hoy. ¿No nos estaremos perdiendo de la acción? Jesús viene y los cristianos tienen que empuñar las armas de la revolución espiritual. Cualquiera diría que Pablo, autor de la Epístola a los Romanos, escribió el versículo teniendo en mente a los Rip Van Winkle del mundo cristiano. “Ya es hora de que despierten del sueño…” parece ser no solamente un buen consejo para un dormilón, sino incluso un llamado a la batalla.


¿Qué estamos haciendo por el Reino? Esperemos que la respuesta no sea: ¡Dormir! Pero si lo es, no se avergüence, simplemente tómese un cafecito (para despertar bien) y prepárese para enrolarse en el ejército de Jesús. Busque a su líder espiritual para ver en qué área de la batalla pueden ser útiles sus talentos. ¡Una revolución está en marcha y no podemos quedarnos dormidos!

Pueblo de Dios

Lo que dice la Biblia:
Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido (1 Pedro 2:10).

A veces olvidamos que fuera de Dios no hay esperanza. Así como la gente que viajaba con Moisés de repente renegaba y añoraba los tiempos de esclavitud en Egipto, hay quien olvida el grandísimo honor se ser parte del Pueblo de Dios. Al aceptar a Cristo, no solo Dios nos prometió vida eterna sin merecerlo (la más grande de las misericordias), sino que nos adoptó como miembros de Su Pueblo.

¿Qué significa ser miembros del Pueblo de Dios? Es disfrutar ser conciudadanos de gente redimida, libre de sus pecados del pasado, optimista por el porvenir. Es tener una membresía en un club libre de preocupaciones, sabedores que alguien se ocupará en rescatarnos si nos metemos en problemas. Es poseer una familia que comparte nuestras creencias y nos entiende. Es el haber sido adoptados por el mejor padre al que se puede aspirar: Dios.


Así que dejemos de añorar esos tiempos en que el alcohol era el centro del entretenimiento, en que la promiscuidad sexual parecía atractiva, en que la mentira y el engaño eran algo ingenioso y disfrutemos nuestra nueva vida como ciudadanos del Pueblo de Dios. Demos gracias por pertenecer a él y exploremos sus beneficios, comenzando por leer el Manual del Ciudadano: La Biblia. Si aún no tiene su pasaporte, ¿qué espera para obtenerlo? Es gratis. Si ya lo tiene… ¡Goce y disfrute el pertenecer al pueblo con las mejores expectativas de vida: el Pueblo de Dios! 

lunes, febrero 10, 2014

Insignificancia

Lo que dice la Biblia:
Pero, Señor objetó Gedeón, ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés, y yo soy el más insignificante de mi familia (Jueces 6:15).

A veces sentimos que no tenemos la estatura de los grandes líderes y por lo tanto no podemos hacer mucho por la iglesia de Dios. ¿Cómo testificar al vecino, al compañero de trabajo, al amigo, a la propia familia… si “yo soy el más insignificante de mi familia”? Cierto que Gedeón fue el autor de esta frase, pero se nos olvida seguir leyendo.

La verdad es que Dios estaba llamando a un héroe improbable en Gedeón. Simplemente no parecía tener pasta de líder, sino que era una persona sencilla quizás como cualquiera de nosotros. Pero Dios le dijo: “Tú derrotarás a los madianitas como si fueran un solo hombre, porque yo estaré contigo” (Jueces 6:16). Esa es la parte importante. No quiénes somos, sino quién es Él. Cuando se juntaron 32,000 israelitas para la batalla, Dios redujo el ejército a un nada impresionante número de 300. Quería dejar en claro que la batalla la ganaría Él, no Gedeón.

¿Qué tenía que hacer Gedeón? ¡Ir a la batalla por fe, con las probabilidades en contra! Es una hermosa lección para nuestras vidas. Cuando sintamos que las circunstancias nos agobian, que no podremos sacar adelante ese trabajo, esa misión, ese proyecto, debemos recordar que Dios dijo: “Yo estaré contigo.”

domingo, febrero 09, 2014

Sin Deudas

Lo que dice la Biblia:
Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor. No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley (Romanos 13:7-8).

Es sorprendente observar a una gran cantidad de cristianos sofocados por las deudas. Hay quienes tienen un saldo tan grande en las tarjetas de crédito, que mes a mes tienen que pagar la cantidad mínima lo cual genera intereses tan grandes que se vuelven una pesada carga. Hay quienes han pedido prestado, y continúan haciéndolo, a amigos, familiares y vecinos, con la consecuencia de que luego los evitan porque no tienen para pagarles. Amistades se pierden, familiares se alejan y las deudas siguen ahí. Hay quienes incluso han decidido dejar de pagar, sufriendo amenazas de embargo por parte de despachos de abogados en busca de la cobranza.

Cristo dijo que seríamos libres. El problema es que a veces nos falta sabiduría para poder vivir con nuestros limitados medios y el entorno nos convence de cambiar la modesta televisión por una pantalla de gran tamaño, el auto compacto por un último modelo, el departamento austero por una casa amplia, la ropa de la tienda de descuento por la de las boutiques de Tucson, etc. Aunque los bancos ofrecen crédito fácil y los comercios abonos pequeños, las deudas que contraemos se vuelven difíciles y grandes.

“No tengan deudas pendientes con nadie…” dice el versículo. La tarjeta de crédito sólo se debe usar si el saldo total puede ser cubierto a final del mes, de otra forma, debe estar escondida. Oremos porque los hermanos entiendan que las facilidades modernas para acceder al crédito no son sustituto de la Palabra. Porque nuestros empleos o negocios sean capaces de proveernos para cubrir cualquier deuda antes contraída y que seamos capaces de contentarnos con lo que nuestros ingresos permitan adquirir sin deudas.

sábado, febrero 08, 2014

La Fe de Noé

Lo que dice la Biblia:
Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe (Hebreos 11:7).

Muchas veces consideramos el relato del Arca de Noé como una historia para niños. Y está bien que los niños se maravillen del evento, pero es incorrecto que como adultos dejemos de reflexionar sobre algunos aspectos de la historia. Por ejemplo, el arca puede verse como un tipo de Cristo. Abordar el arca, implicaba salvarse del diluvio, pero la gente prefirió burlarse de su construcción en lugar de buscar cómo podría ser parte del pasaje.

Hoy en día, no vemos a un aprendiz de carpintero montar tabla sobre tabla de un bote gigante en tierra firme, sin embargo observamos a pastores, ministros, maestros de la Palabra, construyendo con esfuerzo la Iglesia de Dios y los menospreciamos, o nos abstenemos de buscar ayudarlos porque tenemos cosas más importantes que hacer. Simplemente no creemos que la venida de Cristo esté cerca.

Que no se repita la historia. En ese entonces, cuando la gente vio que comenzaba a llover, seguramente reconoció que Noé tenía razón, pero ya era demasiado tarde como para subirse al arca. Por fe, busquemos a Cristo ahora que tenemos tiempo. Y más aún, busquemos no solo ser parte de esa embarcación por la que vendrá Jesús, sino también apoyar al Noé de la localidad en su construcción.

lunes, febrero 03, 2014

Renovación de la Mente

Lo que Dice la Biblia:
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).

Quizás no exista nada peor que un cristiano que no se distingue de los no seguidores de Cristo. Cuando decidimos seguir a Jesús, nos separamos del mundo. ¿Cómo entonces podemos comer, beber, trabajar, relacionarnos con los demás como si nada hubiera pasado? La cita de Romanos 12:2 dice que no nos amoldemos al mundo actual. ¿Cuál es el mundo actual? Basta echar un vistazo a las películas de Hollywood, a las series de televisión, a los eventos sociales del entorno. Los ejemplos que provienen de ahí transpiran que el alcoholismo es algo normal, que el uso de drogas es decisión personal, que la promiscuidad sexual es algo divertido, que el chisme es algo natural, que la mentira es obligada, etc.

Al decir que no nos amoldemos al mundo actual, no significa que nos salgamos de él y que nos convirtamos en ermitaños, sino que no permitamos ser contagiados por una forma de vida caótica y lejos de aquella deseada por Dios para nosotros. Debemos estar en el mundo, pero debemos ser “sal y luz” para el mundo. Debemos separarnos claramente de las tendencias mundanas y ser diferentes en un mundo abatido por el pecado.

No estamos solos en dicha misión. Dios está con nosotros, nos apoyará y nos dará recompensa. Y la recompensa no solo será en la vida eterna (suficiente de por sí), sino que incluso durante nuestra estancia en la Tierra recibiremos gratas consecuencias por no mentir, no beber, no tomar drogas, no caer en la promiscuidad sexual, etc. Las consecuencias serán, entre otras,  paz, gozo interior, satisfacción, y por supuesto, cercanía con Dios. ¡Recompensa suficiente como para renunciar a los placeres que el mundo ofrece!


Silencio

Lo que Dice la Biblia:
Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: “Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando” (Mateo 15:23).

Hay pocas historias de Jesús tan inquietantes como esta. Quizás la recuerde: En la región de Tiro y Sidón una mujer cananea le gritaba a Jesús que tuviera compasión de ella porque su hija estaba endemoniada. La respuesta de Jesús, como leemos en Mateo 15:23, fue… el silencio. Muchos podemos identificarnos con esta mujer. Hemos visto o hemos escuchado muchos milagros realizados por Jesús, tanto en el pasado, como en nuestras vidas diarias. Y cuando tenemos un problema y le pedimos algo…, no obtenemos respuesta.

“Jesús no le respondió palabra.” Muchas veces sólo empeora la participación de otras gentes, como en el caso del versículo, la de los discípulos: “Despídela para que deje de gritar” (parafraseando). Al parecer, si uno continúa leyendo la historia, a Jesús no le preocupaba el problema de la mujer y además la estaba discriminando por su origen, comparándola incluso con un “perro.” Parece una anécdota triste.

Sin embargo terminemos de leer la historia, la mujer insistió, Jesús alabó su fe y le cumplió su milagro. ¿Cuántos de nosotros no nos quedamos aturdidos por el silencio y descartamos el insistir, el mostrar nuestra fe y exhibir humildad? Aprendamos de la persistencia de la  mujer cananea de la historia y perseveremos en la oración. El silencio de Jesús no debe ser un factor que desmotive, sino una oportunidad para abrir nuestras almas.