miércoles, febrero 12, 2014

Pueblo de Dios

Lo que dice la Biblia:
Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido (1 Pedro 2:10).

A veces olvidamos que fuera de Dios no hay esperanza. Así como la gente que viajaba con Moisés de repente renegaba y añoraba los tiempos de esclavitud en Egipto, hay quien olvida el grandísimo honor se ser parte del Pueblo de Dios. Al aceptar a Cristo, no solo Dios nos prometió vida eterna sin merecerlo (la más grande de las misericordias), sino que nos adoptó como miembros de Su Pueblo.

¿Qué significa ser miembros del Pueblo de Dios? Es disfrutar ser conciudadanos de gente redimida, libre de sus pecados del pasado, optimista por el porvenir. Es tener una membresía en un club libre de preocupaciones, sabedores que alguien se ocupará en rescatarnos si nos metemos en problemas. Es poseer una familia que comparte nuestras creencias y nos entiende. Es el haber sido adoptados por el mejor padre al que se puede aspirar: Dios.


Así que dejemos de añorar esos tiempos en que el alcohol era el centro del entretenimiento, en que la promiscuidad sexual parecía atractiva, en que la mentira y el engaño eran algo ingenioso y disfrutemos nuestra nueva vida como ciudadanos del Pueblo de Dios. Demos gracias por pertenecer a él y exploremos sus beneficios, comenzando por leer el Manual del Ciudadano: La Biblia. Si aún no tiene su pasaporte, ¿qué espera para obtenerlo? Es gratis. Si ya lo tiene… ¡Goce y disfrute el pertenecer al pueblo con las mejores expectativas de vida: el Pueblo de Dios! 

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