martes, julio 28, 2009

La FIFA le Saca Tarjeta Roja a la Libertad Religiosa

La Noticia:
La FIFA prohíbe a los futbolistas gestos religiosos en los encuentros y celebraciones en sus competiciones. El detonante fue la celebración de la victoria de los futbolistas evangélicos del equipo de Brasil en la final de la Copa Confederaciones… Ni elevar las manos señalando al cielo, ni levantarse la elástica para mostrar un mensaje cristiano en la camiseta. Joseph Blatter, presidente de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol), ha sido tajante y se ha comprometido a vetar cualquier manifestación religiosa en el próximo Mundial de fútbol, que se celebrará en Sudáfrica en 2010… La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la FIFA ha sido la celebración de la victoria de Brasil por 3 goles a 2 frente a Estados Unidos en la final de la Copa Confederaciones en África del Sur. Muchos de los jugadores de la selección del Brasil reciente y actual son cristianos evangélicos fervorosos y comprometidos con su fe (entre los que destacan Lucio, Kaká, Edmilson, Zé Roberto, Luisao y Cafú). De hecho, por ejemplo, oran para que no haya lesionados en sus partidos (ni en su equipo ni en el del contrario)… Tras la conclusión del partido, los jugadores de la «canarinha» formaron un círculo en el centro del terreno de juego, se abrazaron y recitaron una oración en acción de gracias. Algunos, incluso, se quitaron las camisetas para mostrar mensajes cristianos como «Amo a Dios» o «Pertenezco a Jesús»… (ACPress.net)

Comentario:
¿Les ayudó Dios a ganar? Sí, lo creo. ¿Dios desvió la trayectoria de algún balón para qué entrara al gol contrario o para evitarlo en la propia meta? No y no. Me explico. Creo firmemente que al seguir su fe, los cristianos del equipo tienden a practicar más de lo habitual, no se desvelan, beben o frecuentan bares y para agradar a Dios, aportan un esfuerzo especial durante el partido. Dios no hace nada extraordinario (lo que sería tramposo) en el momento del juego, sino que lo hace en la actitud de los jugadores fuera de las canchas y que repercute eventualmente en su desempeño.

Abundan noticias de jugadores que son captados por los fotógrafos con copas en exceso, escándalos por andar paseando con chicas mientras la esposa está en casa, paternidades sorpresivas, divorcios, etc. Ninguno de esos episodios escandaliza a la FIFA.

He visto jugadores que celebran una anotación brincando como gusanos, dando maromas, corriendo sin rumbo, haciendo señas para indicar que ellos son el número uno, besando la camiseta como si fuera un símbolo de lealtad (aunque el siguiente torneo portarán una diferente) y lo peor de todo, he visto que festejan al anotador tumbándolo al suelo y cayéndole encima los otros diez jugadores del equipo (no que yo juegue, pero observando eso, se me quitan las ganas de anotar un gol, ya que dada mi complexión, tendría que pasar los siguientes tres meses en el hospital recibiendo implantes de nuevas costillas). Ninguna de esas celebraciones escandaliza a la FIFA.

Dar gracias a Dios por un logro, reconocer que sin Dios las oportunidades para estar ahí, no solo como jugador de un equipo, sino simplemente vivo, son nulas, orar porque se está contribuyendo en forma limpia al entretenimiento de la multitud, aceptar humildemente que el tener a Dios es parte de un triunfo que trasciende un partido, eso sí escandaliza a la FIFA.

¿En qué mundo vivimos?

Desde mi perspectiva, si yo saliera a jugar en un partido de fútbol, me encantaría que el contrario orara por que no existan lesionados ni en su equipo, ni en el mío. Me daría confianza en que mis dos tobillos estarían en una pieza al final del partido y tendría seguridad extra en que el juego sería limpio. ¿En dónde está el problema?

Lo que dice la Biblia:
Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 5:20)

Reconozco que algunas personas pueden confundirse y creer que Dios puede meter mano (es un decir) en el resultado de un partido de fútbol y que eso desencadene una serie de rituales que nada tienen que ver con la influencia de Dios en las vidas de los jugadores, pero es un riesgo que debería combatirse con información y educación, no represión. Dar gracias a Dios no debería restringirse, sino promoverse.

2 comentarios:

Sara y Manu dijo...

Hola, me llamo Sara Sigüenza. Soy voluntaria en una nueva televisión que se llama Sagrada Familia TV y está ubicada en Barcelona. He leído tu blog y me encantaría poder contar contigo para nuestra web, por eso te agradecería que me mandases un correo a sagradafamiliatv@gmail.com y pudiera explicarte mejor nuestro proyecto. Deseo que quieras conocer un poco más nuestro trabajo, y te mando mis más sinceras felicitaciones por tu blog.
Sara Sigüenza

Anónimo dijo...

Buenas noches doc, soy Marco haber si se acuerda de mi, un abrazote y veo que es mundialmente famoso jeje, Gracias a Dios y la verdad que si su blog es buenisimo, saludos a todos.