martes, abril 07, 2015

Olvidar el Pasado

Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús (Filipenses 3:13-14).

Existe en economía un concepto llamado “costos hundidos.” Se refiere a aquellos gastos o inversiones que salieron mal en el pasado, pero que se deben olvidar para considerar las decisiones del futuro. No se puede paralizar una empresa, un proyecto o inversión por una mala decisión que está en el pasado. El principio fundamental es claro: lo pasado no puede cambiarse.

Pablo, en su carta a los Filipenses, lo explica impecablemente: “olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando…” El pasado no puede, no debe definir lo que una persona es. Podrá servir como recordatorio para tener claro de dónde nos sacó Dios, pero nada más. Al aceptar a Jesús como Señor y Salvador, Dios nos perdonó todo lo que hicimos. Y si Dios olvidó lo que éramos, nosotros también debemos olvidar.

Por supuesto que estamos hablando de personalidad, de carácter o de eventos deprimentes. Si tenemos una deuda del pasado, aún hay que pagarla. Debemos aceptar las consecuencias de nuestras acciones pasadas. Con una nueva actitud cumpliremos lo que se tenga que pagar y actuaremos hacia el futuro de forma de honrar a Cristo y… “ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”

Si nos juzgaran por como fuimos en el pasado, estaríamos ya derrotados. Pero Dios es bueno, nos perdonó y nos toca avanzar hacia la meta.

No hay comentarios.: