jueves, mayo 10, 2018

Resurrección


El ángel dijo a las mujeres:
―No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán”. Ahora ya lo saben. (Mateo 28:5-7).

La mejor noticia que se puede haber dado en este mundo no estuvo a cargo de ningún secretario de prensa, ni de un periodista renombrado, sino de un ángel. En aquel tiempo no existía Internet o redes sociales, pero aún así la noticia se viralizó. Las dos Marías fueron las primeras en enterarse y a pesar del temor que deben haber sentido (después de todo había habido un terremoto, la gran piedra a la entrada del sepulcro había sido movida y un ángel les estaba hablando) hicieron la labor de esparcir la noticia.

Notemos que el ángel les dice cuatro cosas. Primero: “No tengan miedo” Y es que, a pesar del temblor y la sorpresa, la noticia de la resurrección no es para temerse, sino para alegrarse. La resurrección de Jesús representaba la victoria en la lucha contra el mal y eso es algo para saltar de alegría. El grito del gol de la victoria en un encuentro de fútbol debería palidecer ante nuestros gritos de júbilo.

Segundo: “No está aquí.” Jesús no está muerto y una tumba no es lugar para buscarlo. Él es vida y podemos verlo a él y a su obra en la vida. Tercero: “Vengan a ver.” Jesús no esconde las evidencias a ver si alguien “se la cree.” Todo su ministerio fue registrado prácticamente por cuadruplicado. Su muerte fue histórica y finalmente hubo testigos, tanto de su tumba vacía, como de sus apariciones posteriores. Además, si ponemos en práctica sus enseñanzas, todos podemos “ver” que son verdad.

Cuarto: “Vayan pronto a decir…” Ellas tuvieron el encargo de ir con los discípulos a dar las buenas nuevas. Hoy en día nos toca a nosotros. Y notemos ese “pronto.” Tenemos que ir PRONTO a decirle al mundo que Jesús murió por nuestros pecados para salvarnos, pero R-E-S-U-C-I-T-Ó…

No hay comentarios.: