viernes, octubre 19, 2018

Bendecir

No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición (1 Pedro 3:9).

Si usted asiste a la iglesia los domingos, lo cual parece altamente probable si está leyendo esta reflexión, estará de acuerdo conmigo que ahí es fácil soltar las bendiciones. Llegamos, saludamos a otro congregante y decimos: “Dios le bendiga” o “Dios te bendice” dependiendo del grado de confianza que tengamos. Lo cual es excelente: bendecir con prodigalidad, efusividad y convencimiento a quien se tomó el tiempo de asistir a la iglesia. Sígalo haciendo sin dudar.

El problema que tenemos es en nuestro día a día. Sobre todo, cuando tenemos conflictos con algunas personas, cuando tenemos incidentes de tránsito, cuando las mascotas ajenas nos visitan y se portan mal, cuando un superior en el trabajo abusa, cuando contratamos a alguien que tira la flojera o nos da un pésimo servicio, cuando un familiar se aprovecha de nuestro carácter cristiano, y un largo etcétera. En pocas palabras, como dice la cita bíblica, cuando nos dan mal o nos insultan con hechos o palabras. En esos casos, bendecir es lo más alejado de nuestras mentes y voluntad.

Nuestro instinto clama por venganza, enojo, rabia y por contestar, aumentados, los insultos y el mal accionar. Así es la naturaleza humana. Y sin embargo…

Pedro dice que debemos bendecir. No como repetición de dientes para afuera, sino porque es NUESTRO LLAMADO. Nuestro trabajo, labor, o misión como cristianos. Como si Dios nos hubiera contratado y al describirnos el puesto dijera: “Ok. Desde hoy trabajan para el reino. Su primera actividad será: BENDECIR. A todos, en todo momento y en todo lugar. Bendigan a más no poder. ¿Está claro?”

Y si lo hacemos, el premio está descrito: heredaremos bendición. Aunque no lo dice con esas palabras la cita, como que queda entendido que si bendecimos heredamos bendición y si maldecimos, pues heredaremos… maldición. ¿Qué recibiremos si insultamos, hacemos mal, agredimos, violentamos, acosamos, etc.? Sin duda adivinó.

¿Qué estamos esperando? Fuimos llamados a BENDECIR.

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