domingo, marzo 16, 2014

Los Planes de Dios

Lo que dice la Biblia:
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11).

Son palabras de Dios a la gente que estaba en el exilio en Babilonia a través de una carta que Jeremías envió a los ancianos que estaban con los deportados. ¿Podemos adoptarlas como nuestras? Sin duda. Si bien no somos judíos, nos convertimos en hijos adoptivos de Dios cuando decidimos aceptar a Jesús como Señor y Salvador. Y mientras no lleguemos a la Tierra Prometida, al lado de nuestro creador, se puede decir que estamos en el exilio.

Por lo tanto podemos creer que Dios tiene planes para cada uno de nosotros. Y lo mejor de todo es que, como dice la cita, son planes de bienestar y no de calamidad. ¡Buenas noticias! ¿Por qué entonces parece que algunos de nosotros navegamos de calamidad en calamidad? El problema es que Dios no es el único que tiene planes. A veces nos ponemos a seguir nuestros “propios” planes, elaborados por nosotros mismos sin consultar a Dios. Planes que incluyen fuertes elementos de búsqueda de lo material, de quedar bien con los demás o de pretendida felicidad según la opinión de las mayorías.

Hay un tercero que hace planes para nosotros: el diablo. Y esa es la peor alternativa, que seamos manipulados para seguir sus planes. Normalmente el diablo usa la influencia del mundo para convencernos de adoptarlos, por ejemplo con mensajes subliminales de promiscuidad sexual a través del cine y la televisión, o popularizando videos o mensajes vulgares y ofensivos a nuestro Dios.


La clave entonces es verificar que los planes que adoptemos para nuestras vidas estén en sintonía con los perfectos de Dios. ¿Cómo podemos hacerlo? En oración y con lectura de la Palabra de Dios. Si abrimos un canal de comunicación con Él, sabremos qué hacer y qué decisión tomar en cada encrucijada que enfrentemos. 

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