miércoles, diciembre 27, 2006

Juega Ruleta Rusa y Muere

La Noticia
Apareció en Reforma.com

La primera vez tuvo suerte; la segunda perdió y murió al recibir un disparo en la cabeza tras jugar a la ruleta rusa junto con un grupo de amigos en un departamento de... Dos de las personas que lo acompañaban en el departamento... fueron detenidas, dos más escaparon en taxi del lugar... Un agente preventivo que hizo una revisión describió el lugar: "El cadáver estaba en la sala, junto a una mesa de centro donde había envases de cerveza, tequila, cigarros y hasta una placa vieja de agente judicial federal. Sobre una de sus piernas quedó un revolver .32 especial", dijo el policía.

Comentario
Se me ocurren muchos juegos adecuados para épocas decembrinas: damas chinas, serpientes y escaleras, dominó e incluso la oca. Ninguno de ellos conlleva castigo al derrotado (salvo quizá la vergüenza de no saber saltar canicas), ni requiere un esfuerzo mental gravoso. Si se desea algo que ponga a funcionar un poco las neuronas, entonces intentemos ajedrez, cinco-en-línea o sudoku. ¿A quién se le ocurre jugar ruleta rusa? O quizá la pregunta debería ser, ¿qué se busca al jugar ruleta rusa? Evidentemente quien la juega debe estar conciente de que puede terminar en tragedia, con alguien muerto y los demás participantes en la cárcel. ¿Por qué alguien querría jugarla?

Primera tentativa de respuesta: búsqueda de emoción. A riesgo de perder credibilidad, no puedo argumentar que "serpientes y escaleras" sea un juego emocionante (ni muy divertido, excepto quizá si sirve como pretexto para juntarse con amigos de risa sencilla.) Tampoco puedo sostener que la tensión de que le "ahorquen" a uno la "mula de seises" (¿es esto español correcto?) sea comparable a escuchar un disparo en medio de la noche. Pero existen muchas formas de encontrar y canalizar las emociones: subirse a la montaña rusa (si están obsesionados con lo proveniente de Rusia. Déjenme adivinar, los personajes de la noticia estaban cenando ensalada rusa y bebiendo como cosacos, ¿no?) , rentar una película de Hitchkock (las películas recientes de terror rayan mucho en lo vulgar, pero eso es asunto de otro artículo), o bien, buscar emoción de la buena rentando "La Pasión de Cristo." Quiza gasto saliva (o en esta caso, bits) tratando de argumentar la emoción de sacrificar la reina a cambio de un caballo y dos peones (estoy hablando de ajedrez, que conste), y aún así matar al rey. El punto es que emoción se puede lograr sin malograr la vida y en último caso, vivir sin emociones fuertes, no necesariamente es malo.

Segunda tentativa de respuesta: el alcohol distorsiona la realidad. Efectivamente los participantes estaban bebiendo y el alcohol saca a flote comportamientos que en condiciones normales permanecen bajo control. Ya escucho a mucha gente argumentar que beber con moderación no es malo, que ellos se controlan antes de perder el juicio, que el problema no fue el alcohol, etc. Cualquiera que haya estado en una fiesta donde hubo pleito entre dos "gentes civilizadas" a quienes se les "pasaron las copas" (separados por la tía gorda con más pantalones que los dos juntos), debería apoyarme en una cruzada "anti-alcohol." Rehúso aceptar que se requiere beber para tener diversión.

Tercera tentativa de respuesta: estamos en guerra. La forma más sencilla que tiene Satanás de reclutar residentes es inspirar suicidios, asesinatos, divorcios, odios, amarguras, envidias, resentimientos, etc. No deseo espantar a nadie, pero si creemos en Dios y en que la Biblia es verdadera, tenemos que creer que el infierno es verdadero. Al leer este tipo de noticias debemos motivarnos a acercarnos a Dios y evitar riesgos innecesarios.

Seguramente existen más alternativas de respuesta, pero el punto es: tengan una baraja a la mano (en realidad no es el punto, pero es más ligero terminar así el comentario.)

El Versículo
Cuando su escudero vio a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada y se mató (1 Crónicas 10:5)

Existen pocos ejemplos de suicidios en la Biblia. El Rey Saúl se mató al perder una batalla y evitar caer en manos de escarnecedores (esta palabra es brutal, tengo que pensar como utilizarla en tiempo presente.) Su escudero se mató al ver a su Rey muerto. Judas se colgó luego de traicionar a Jesús. Pero apostar la propia vida en un juego de azar es más que ocioso, es morir sin causa, sin propósito.

¿No tenemos un propósito en esta vida por el cual valga la pena morir?

1 comentario:

Anónimo dijo...
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