Los
que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de
tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en
los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la
mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz (Romanos 8:5-6).
No
señalemos a nadie, pero hay muchas gentes a nuestro alrededor que caen dentro
de la primera descripción. Tal vez, y tristemente, nosotros mismos. Los que viven
en adulterio, fornicación y pornografía, en la creencia de que son placeres, se
encuentran amarrados a la sensualidad y viven esperando el fin de semana en que
volverán a dar rienda suelta a los deseos carnales. Los que viven atados al
consumo de alcohol y otras adicciones, esperan el momento de tener una nueva
excusa para reunirse con los “amigos” y dejarse llevar por la bebida, tabaco o
drogas. Los que viven en la ilusión de que la abundancia de cosas materiales
trae la felicidad, ansían llegue su oportunidad de vivir con lujos y exceso de
autos, aparatos electrónicos, bienes raíces y demás.
Dice
bien la Biblia que esas personas fijan la mente en los deseos de la naturaleza
pecaminosa. Tristemente, jamás tendrán suficiente. Al iniciar una nueva semana,
estarán con la mente puesta en el siguiente desenfreno. Al volverse común la
última compra, estarán con la mente en el siguiente nivel de deseo material.
En cambio,
hay que fijar la mente en los deseos del Espíritu. Dice la Palabra que el
resultado es vida y paz. Y no se deje influenciar por los detractores de la
vida espiritual que insisten en que es aburrida, dolorosa para las rodillas y
sin placer alguno. Tales detractores no han leído Gálatas 5:22-23: En cambio, el fruto del Espíritu es amor,
alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio
propio. No hay ley que condene estas cosas.
Imagine
que es usted una persona cristiana, convencida de poner la mirada en los deseos
del Espíritu. Usted será: llena de amor por la gente, sinceramente interesada
por todos sus conocidos. Será llena de gozo, con la sonrisa siempre a flor de
labios. Será llena de paz interior y se reflejará en su rostro y en su forma de
ser. Será paciente, a pesar de los esfuerzos para alterarlo de gente necia a su
alrededor. Será amable en cualquier circunstancia. Será bondadosa con humanos,
animales y el planeta. Será llena de fe, evidenciado por su seguridad de
salvación eterna. Será humilde no importando su estatus social. Y será capaz de
controlar sus emociones ante cualquier conflicto.
Usted
será una persona que cualquiera quisiera tener cerca, llena de amistades y con
una vida plena en este planeta. ¿Cambiaría eso por una noche de parranda y
desenfreno?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario